Represión e Impunidad

Lunes 25 de agosto de 2014

Neuquén: Caso Matías Casas

Luego del veredicto unánime de un jurado popular, la justicia condenó a prisión perpetua a un policía gatillo fácil

Los casos de gatillo fácil se dan a diario. Jóvenes de barrios pobres, jóvenes trabajadores, son baleados por las policías, federales, provinciales. Policías en operativos, procedimientos, policías de civil, de franco, de licencia, haciendo adicionales. Policías con su arma reglamentaria, esa es la regla, valga la desagradable redundancia.

Neuquén: Luego del veredicto unánime de un jurado popular, la justicia condenó a prisión perpetua a un policía gatillo fácil

por Ivana Dal Bianco, abogada del CeProDH y de la familia de Matías Casas

Los casos de gatillo fácil se dan a diario. Jóvenes de barrios pobres, jóvenes trabajadores, son baleados por las policías, federales, provinciales. Policías en operativos, procedimientos, policías de civil, de franco, de licencia, haciendo adicionales. Policías con su arma reglamentaria, esa es la regla, valga la desagradable redundancia.

En Neuquén, en el año 2012 dos adolescentes fueron asesinados en menos de seis meses por las balas de dos policías, Matías Casas de 19 años y Braian Hernández de 14 años. Luego de una lucha importantísima de sus familiares acompañados por las organizaciones sociales, políticas y de derechos humanos, se logró la prisión perpetua para ambos policías, acusados del delito de homicidio agravado por haber sido cometido por un miembro de la policía abusando de su función (articulo 80 inciso 9 del Código Penal).

En el juicio por el asesinato de Matías se dieron dos logros importantísimos. El primero, es que el juicio se desarrolló por la modalidad de juicio por jurados, y el jurado popular por unanimidad dicto veredicto de culpabilidad. El segundo dato de importancia es el fallo de la Jueza Maria Gagliano que condena a prisión perpetua al policía Héctor David Méndez y que reconoce que la conducta de Méndez encuadra en el delito de homicidio agravado por haber sido cometido por un integrante de una fuerza de seguridad en abuso de su función. Ello sienta un importante precedente, ya que se reconoce este agravante por el uso del arma reglamentaria aun estando el policía de licencia.

A lo largo del país se discute si el agravante se debe aplicar a los policías que usan su arma reglamentaria para disparar, asesinar, pero que no están en “horario” de trabajo, sino de franco o de licencia. En el caso de Matías, el policía Méndez estaba de licencia comiendo un asado cuando le dispara por la espalda cuatro tiros al joven que intentaba salvar su vida.
Esta no es una discusión menor ya que al condenárselo por el agravante la pena es de perpetua, pero además se reconoce la responsabilidad del Estado que es la que le da el arma al policía, y se reconoce en ultimas, que es un caso de violaciones a los derechos humanos, y no una conducta individual, sino parte de una repetición, de una política de represión y muerte. El Estado impone lo que se conoce como “estado policial” eso es que el policía es policía los 365 días, estando de franco, las 24 hs del día, por eso tiene en su poder su arma reglamentaria. Y cumplen claramente la función de disciplinar a la juventud, con sus palos, sus armas, sus botas.

La paradoja es que esta discusión que atraviesa a los propios juristas sobre si corresponde o no la aplicación del agravante cuando el policía esta de civil o de franco o licencia, la resolvió claramente un jurado popular, pues en las instrucciones al momento de la deliberación, se les especificó los elementos del agravante claramente, y el jurado llego a la conclusión unánime de que el policía asesinó a Matías porque hizo uso de su arma reglamentaria y por ello abuso de la función de policía.

El caso de Matías, llego a juicio luego de sortear innumerables obstáculos, y la principal fuente de apoyo, fue la lucha incansable de su familia que se supo rodear de la solidaridad de las organizaciones sociales, sindicales y de derechos humanos.

En Neuquén, Méndez es el tercer policía que es condenado a prisión perpetua. Esperemos no sigan matando con sus balas a nuestros jóvenes. Como dijo la mama de Matías cuando escuchó el fallo: “Matías no vuelve más, pero que esto sirva para que la policía deje de matar pibes, que no mate a ni uno más”. Que así sea.




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