La jueza Merialdo los procesó por “asonada”, un delito político estipulado en el Código Penal uruguayo por el cual pueden incluirse acciones como “gritar”. Detrás de esta carátula se esconde la verdadera criminalización de la protesta social.
Hoy, mientras los delitos cometidos en la última dictadura uruguaya se encuentran totalmente impunes, la Justicia persigue y procesa a los luchadores y a quienes se manifiestan contra los intentos del régimen de “dar vuelta la página”, permitiendo que los responsables de torturas, asesinatos y desapariciones sigan caminando libremente por las calles.
Asimismo, manifestamos como muy preocupante el accionar del Departamento de Operaciones Especiales (DOE) dependiente del Ministerio del Interior, que en todo momento cometió una serie de irregularidades: operaron de civil y en autos particulares, detuvieron sin orden judicial ni citación previa, ingresaron sin autorización a una sede sindical y mantuvieron a los militantes detenidos durante varias horas sin motivo, tratándolos como delincuentes. Es claro que el accionar policial está avalado por la justicia, actuando en connivencia. Los procesados fueron privados inclusive del derecho democrático de poder acceder a la lectura de su auto de procesamiento.
Estos hechos se suman a otros lamentables ocurridos recientemente, como las arbitrariedades policiales contra la juventud en los barrios pobres, la represión e infiltración en las marchas, las detenciones consideradas “preventivas” en las inmediaciones de una manifestación y los casos de torturas en las comisarías.
Denunciamos que la impunidad de los crímenes cometidos hace más de treinta años es la que permite el accionar de las fuerzas represivas hoy.
Nuestra organización de derechos humanos, que en Argentina pelea incansablemente contra la impunidad y los atropellos a los derechos de los trabajadores y la prepotencia patronal, auspició el Foro contra la Impunidad que se realizó en octubre pasado en la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación en Montevideo, y que contó con la presencia, entre otros referentes de los derechos humanos, de nuestra compañera María Victoria Moyano Artigas, hija de desaparecidos, nieta recuperada y militante de nuestra organización. En este sentido, queremos redoblar la lucha contra la represión y la impunidad de ayer y de hoy.
Hacemos nuestra la consigna de TOCAN A UNO, TOCAN A TODOS. Exigimos el inmediato desprocesamiento de los compañeros y compañeras y el fin de la criminalización de la protesta y el ataque a las libertades democráticas.