Marcha 2 de Junio 18 Hs.
CARLA LACORTE: 7 AÑOS DE LUCHA CONTRA LA IMPUNIDAD
A siete años de los hechos en los que la estudiante de Veterinaria Carla Lacorte fuera baleada en Quilmes por el ex oficial de la policía bonaerense José Salmo, el Centro de Profesionales por los Derechos Humanos y otras organizaciones convocan a una marcha para el lunes 2 de junio a las 18 horas en Mitre y Brandsen de Quilmes.
A siete años de los hechos en los que la estudiante de Veterinaria Carla Lacorte fuera baleada en Quilmes por el ex oficial de la policía bonaerense José Salmo, el Centro de Profesionales por los Derechos Humanos y otras organizaciones convocan a una marcha para el lunes 2 de junio a las 18 horas en Mitre y Brandsen de Quilmes.
Carla Lacorte quedó en una silla de ruedas como producto de las heridas recibidas mientras Salmo fue absuelto de culpa y cargo en el 2004 por el Tribunal Oral 3 de Quilmes. Los abogados de la joven apelaron el caso en la Cámara de Casacación de La Plata que a fínes de abril decidió condenarlo por lesiones gravísimas con dolo. En la actualidad el caso fue remitido a los tribunales de Quilmes para que fijen la condena que le correspondería al ex policía.
Según Lacorte: “esta condena es producto de la lucha que hemos dado durante todos estos años, pero no hay garantías de que el caso no vuelva a caer en la impunidad ya por un lado el abogado de Salmo presentó un recurso a la suprema corte bonaerense y, por el otro, la causa está en los tribunales de Quilmes donde lo absolvieron en el 2004. Por eso seguiremos en las calles para acabar con la impunidad en todos los casos de gatillo fácil y con la represión que están sufriendo los que salen a reclamar por sus legítimos derechos como sucedió con los docentes el año pasado o los obreros de la textil Mafissa de La Plata”.
Ventajas judiciales para el gatillo fácil
por Luis Bonomi, abogado Ce.Pro.D.H.
Hace poco tiempo dábamos a conocer por estas páginas que finalmente luego de casi 7 años de incansable lucha, la Cámara de Casación Penal de la Provincia había revocado la absolución del policía Ignacio Salmo, quien baleara por la espalda a nuestra compañera Carla Lacorte, condenándolo como autor de lesiones gravísimas dolosas (es decir que tuvo la intensión de dispararle y lesionarla). A pesar de la alegría por dicho logro alertábamos que a partir de dicha sentencia se venía una nueva pelea ya que la justicia de Quilmes debería fijar el monto de la pena por la que quedaría condenado el policía. Lamentablemente no nos equivocábamos en nuestra desconfianza, ya que el Tribunal Oral de Quilmes nos ha informado informalmente que no va a condenar a Salmo hasta tanto la Corte Suprema de la Provincia de Buenos Aires resuelva el recurso presentado por la defensa del policía, ni hablar de detenerlo hasta que esto ocurra, para evitar entre otras cosas que se profugue. Estas “garantías” jurídicas en realidad son verdaderas ventajas ya que este garantismo es aplicado en la enorme mayoría de los casos para los policías del gatillo fácil, torturadores, genocidas, ladrones de guante blanco como los empresarios que realizan cotidianamente fabulosas maniobras fraudulentas o políticos y sindicalistas corruptos.
Este caso es una nueva muestra de cómo actúa esta justicia de clase. Al policía que balea a Carla por la espalda le permiten estar en libertad hasta que la Corte Suprema resuelva su apelación, mientras que las cárceles y comisarias están abarrotadas de presos pobres y comunes en la mayoría de los casos sin tener siquiera condena. Ni que hablar de los casos donde la justicia penal interviene contra los trabajadores y el pueblo cuando sale a luchar. Recordemos el caso de los petroleros de Las Heras que estuvieron presos en condiciones terribles durante meses pese a todos los recursos jurídicos presentados, o el caso de los detenidos en la Legislatura porteña quienes estuvieron 14 meses presos y luego fueron absueltos.
El 1º de junio se cumplen 7 años exactos desde que Carla fuera baleada, se cumplen 7 años de una lucha que continúa y en la que seguiremos batallando junto a Carla hasta lograr la condena de Salmo, enfrentando y denunciando una justicia que es parte del engranaje represivo del Estado, y que con su complicidad fomenta el gatillo fácil y el abuso policial.