CARTA DE CARLA LACORTE A LOS FAMILIARES DE VICTIMAS DE GATILLO FACIL
Ciudad de Buenos Aires, 19 de noviembre del 2003.-
A los familiares de víctimas del gatillo fácil:
Soy Carla Lacorte, víctima del gatillo fácil, quizás la única que sigue viva. Con la mayoría de ustedes no necesitamos presentarnos dado que organizamos marchas en común, nos reunimos, fuimos a escraches; con otros, al menos, nos comunicamos por emails. Siempre nos hemos mantenido unidos y firmes en los tribunales y las calles en la lucha contra el gatillo fácil y contra todas las formas de represión e impunidad.
En estos días estoy internada, recuperándome de una operación que tuve que hacerme como consecuencia del tiro que recibí. Estoy con bronca, pero con muchas ganas de pelear, porque yo estoy en la cama mientras que el policía que me disparó, Salmo de la Sexta de Ezpeleta, sigue libre y en funciones como tantos otros.
Pero de lo que quiero hablarles es de la reunión que tuvieron con Kirchner muchos de ustedes el martes 4 de noviembre, que vi en la televisión y por los diarios. Concretamente quiero plantearles dos opiniones como aporte a la reflexión.
En primer lugar, sobre la Comisión contra la Impunidad, en la que participarían familiares de víctimas. Que las autoridades escuchen nuestros reclamos, que se cree un archivo que contenga todos los casos, puede ser un avance, pero eso nunca podrá reemplazar la pelea mancomunada que llevamos adelante desde hace años junto a organismos de derechos humanos, organizaciones de trabajadores ocupados y desocupados y otros nucleamientos políticos y sociales, es decir, la unidad de los que sufrimos y combatimos la represión y la impunidad.
Digo esto porque podríamos correr el riesgo de integrarnos a un ente de un gobierno que convive, y muchas veces alienta, las prácticas que nosotros combatimos. La policía y las fuerzas de “seguridad” criminales y mafiosas, más allá de la lucha contra la corrupción, siguen indemnes y han acrecentado su poder en los últimos meses. La militarización de la Provincia de Buenos Aires es una prueba de esto.
El Gobierno no puede ubicarse como una inocente ONG que recolecta datos y brinda asesoramiento jurídico, mientras fortalece las bases de lo que dice combatir. Si el Gobierno dice que quiere ayudar que empiece por dar de baja a todos y cada uno de los asesinos de gatillo fácil y a sus padrinos policiales, judiciales y políticos, que disuelva a la policía, pero no para reemplazarla por la gendarmería y hacer peor el remedio que la enfermedad. Creo que tendríamos que salir a las calles para pelear por esto. El Gobierno, con gestos como este, intenta “quedar bien por nada”, mientras convive, por ejemplo, con los responsables de la Masacre de Avellaneda.
En segundo lugar, pero no menos importante, me parece muy sospechosa, por parte del Gobierno, la convocatoria a una reunión, que los familiares venían pidiendo desde hace meses, justo el día en que los trabajadores desocupados se movilizaban a Plaza de Mayo para pedir la no penalización de la protesta social y el desprocesamiento de los 3.000 luchadores populares procesados en todo el país.
¿No habrá querido el Gobierno tapar esta denuncia con la reunión, quedando como defensor de los derechos humanos, por un lado, mientras criminaliza a los piqueteros , por el otro?
Debemos recordar que el kirchnerista Fellner es responsable de la muerte de los chicos de Jujuy, que el Ministro de Trabajo Tomada realizó una denuncia judicial contra grupos de piqueteros y que el Gobierno niega la posibilidad de desprocesamiento masivo de los luchadores obreros y populares, argumentando que se “crearía una situación de impunidad”, como si los desocupados fueran comparables a los genocidas de la dictadura o a nuestros asesinos de gatillo fácil.
Con los compañeros ocupados y desocupados nos ha unido, y nos une, la lucha contra la represión y la impunidad de la que ellos también son víctimas. En este sentido, si no hubiera estado internada, hubiera estado en la calle con ellos y no con el Presidente que los quiere perseguir
Por las razones que señalo, creo que tendríamos que repensar que posicionamiento vamos a tener las víctimas y familiares frente a las actuales autoridades. Queremos justicia y acabar con la represión y la impunidad y sabemos que para eso es clave la lucha, la unidad y la organización.
En poco tiempo voy a salir. Seguro nos vamos a volver a encontrar en los tribunales o en la calle, peleando juntos, como tiene que ser. Ahí podemos seguir charlando.
Un abrazo para todos.
Carla Lacorte