Criminalización de la pobreza
Construyendo un enemigo
El secretario de Seguridad de la Nación, Sergio Berni, se ha posicionado como una de las alas más duras del gobierno nacional. Al frente de las distintas represiones sociales, pide leyes más duras para impedir las protestas de los que reclaman por sus derechos.
El secretario de Seguridad de la Nación, Sergio Berni, se ha posicionado como una de las alas más duras del gobierno nacional. Al frente de las distintas represiones sociales, pide leyes más duras para impedir las protestas de los que reclaman por sus derechos. Construye su perfil con discursos de mano dura para ‘resolver’ la inseguridad. Además, el funcionario nacional, realizó declaraciones xenófobas, culpó a los extranjeros de países limítrofes de ser responsables de actos vandálicos y reclamó a la Justicia un cambio en las leyes migratorias para deportar a extranjeros que delinquen. El protagonismo de Berni incomoda al PRO, que en los últimos días sus principales referentes lo enfrentaron para ver quién se queda con la agenda de la Seguridad. Mientras que Massa apoyó sus declaraciones sobre la necesidad de expulsar delincuentes extranjeros.
El violento accionar de la Metropolitana y la Gendarmería para desalojar 500 familias sin techo en el asentamiento Papa Francisco, que tuvo como excusa desbaratar una banda de narcos con base en ese predio y encontrar los criminales de la joven Melina López, ocurrido días antes; mostró una vez más qué hay detrás de las declaraciones de seguridad: criminalizar a los pobres y controlar el espacio público. Así ocurrió en el operativo conjunto de la Policía Federal y la Metropolitana, cuando en diciembre de 2010 desalojaron 350 familias que habían tomado de modo pacífico un sector del Parque Indoamericano. Lo que concluyó con tres personas asesinadas por las balas conjuntas de estos uniformados. Los que quedaron sin viviendas reclamaron una solución y el gobierno Nacional les respondió con la creación del Ministerio de Seguridad, para evitar nuevas ocupación del espacio público y las tomas de tierras por los sin techo. Este ministerio creó el plan Cinturón Sur que desembarco 2.500 efectivos de Gendarmería Nacional y Prefectura Naval en los barrios de la zona sur.
Las palabras de la militante del CeProDH e hija de desaparecidos, Alejandrina Barry son elocuentes, “Trabajo hace mucho años como operadora social en la villa 21 24, con niños y adolescentes; y desde que se desplegó el operativo Cinturón Sur hay un aumento de la violencia institucional: hostigamiento y maltrato hasta dolorosos casos de chicos asesinos a través del gatillo fácil por parte de estas fuerzas de seguridad. Mientras las condiciones sociales no han mejorado en la última década, donde continúa un terrible déficit habitacional con familias enteras viviendo hacinadas”.
Alejandrina Barry es categórica al denunciar que en esta ‘cruzada’ contra los pobres, Berni no está sólo, “las declaraciones xenófobas de Berni fueron apoyadas inmediatamente por el Scioli; Massa; el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich”, y agregó “por las polémicas desatadas por los dichos de Berni la Presidenta tuvo que ‘crear’ la Mesa de Diálogo Migratorio y por esto Capitanich rectificó sus dichos al confirmar que el Gobierno no piensa cambiar las leyes migratorias”.
Las campañas mediáticas sobre los problemas de inseguridad son temas sensibles para los candidatos en campaña. Si en estos últimos días el Secretario de Seguridad, Sergio Berni, cobró protagonismos por estar al frente de operativos ‘cinematográficos’ contra la ‘delincuencia’, otros políticos no quisieron quedar atrás, al menos en las declaraciones. El aspirante a presidente, Sergio Massa, no sólo respaldo el pedido de Berni de expulsar a los extranjeros, sino que además sostuvo "No podemos ser tibios,no podemos tenerle miedo como sociedad a la palabra orden porque el orden es sinónimo de seguridad y de progreso” y desde su espacio político, Frente Renovador, a través del legislador Diego Kravets proponen cambiar las leyes de Seguridad Interior “O creamos las unidades policiales pacificadoras o cambiamos la Ley de defensa interior y le damos intervención al Ejército”. Pero el desalojo en Lugano demostró que más allá de estos discursos encendidos contra la delincuencia son estos mismos funcionarios los que apadrinan a los delincuentes. El enfrentamiento entre Guillermo Montenegro, jefe de Seguridad porteña contra el jefe de seguridad nacional, Sergio Berni, deja al desnudo que en este desalojo ninguno de las dos fuerzas que comandan detuvo a un solo delincuente; solo familias con problemas habitacional.
Las palabras de Alejandrina Barry no dejan duda “hace años que veo cotidianamente como la población vive aterrorizada con la connivencia entre los dueños de los grandes delitos y las Fuerzas de Seguridad. Particularmente la juventud, a la que le han quitado toda esperanza de futuro, o es reclutada por las mismas fuerzas para delinquir, o es víctima del maltrato represión y gatillo fácil” y nombro algunas de las victimas por el accionar de estas fuerzas represivas “Bernardo Salgueiro, Rosemary Puña y Emilio Canaviri Álvarez asesinados por la policía en el desalojo del parque Indoamericano. Kevin Molina de 9 años asesinado por las balas de la Gendarmería en la villa Zabaleta. Jonathan Mareco y Brian Ayaviri, en un ‘operativo’ de la Policía Federal. Gabriel Vaca y Mario Gustavo Ruíz asesinados en villa 21 por policías de civil”, “desde el CeProDH repudiamos la represión y exigimos viviendas dignas para quienes sufren el déficit habitacional. Repudiamos toda políticas xenófobas impulsada contra nuestros hermanos inmigrantes. Exigimos Juicio y castigo a los miembros de las Fuerzas de Seguridad asesinos de decenas de jóvenes. Exigimos la renuncia inmediata del represor Sergio Berni”, concluyó Alejandrina Barry.
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