JUICIO A 8 GENOCIDAS EN NEUQUEN
Crónica del juicio: "No he cambiado mi forma de pensar"- Facetas de la impunidad- El genocidio se demuestra igual
Durante los días 7, 8 y 9 de Octubre se llevaron a cabo nuevas jornadas del juicio que se realiza a ocho genocidas en Neuquén.
“ No he cambiado mi forma de pensar, sigo pensando como en aquel momento”
La sala esta llena como hacia tiempo no se veía. Están las Madres y Oscar Ragni, está la familia de Rubén, y muchos compañeros que también fueron victimas del genocidio, como Don Lopez, como Ledesma, quienes compartieron estadía en la cárcel de Rawson, y fueron torturados en La Escuelita. Con su presencia tras el blindex -que protege a los genocidas-, sin dudas que se acorta la distancia del exilio obligado, y vuelven a ser esos que fueron, esos que son.
Rubén Obeid, era trabajador de Hidronor y militaba en el Frente de Agrupaciones de Base en el Barrio Sapere, cuando fue secuestrado en Octubre de 1976. Lo llevaron a " La Escuelita ", y tras pasar más de 15 días en la tortura, fue derivado a la U 9 y a la U 6 de Rawson, en un peregrinaje que duró tres años antes de exiliarse.
Contó, la tortura y el horror sufrido hace más de 32 años, con los recuerdos grabados a fuego en su memoria, expresando: “ viene una persona a verme y dice:¡ este está muy enterito todavía!. Ahí empezaron una serie de malos tratos, a no dejarme dormir, empecé a perder la noción del tiempo, cuantos días era que llevaba que estaba ahí adentro. Me vienen a buscar me sacan las esposas, me llevan a otro edificio, cuando llego ahí me desnudan, nuevamente esposado de pies y manos y empieza un interrogatorio con aplicación de electricidad, las preguntas que me hacían eran de personas… el susto, el miedo es indescriptible, el efecto que produce la corriente eléctrica tampoco la puedo describir, así pasaron los días, me llevaban me acostaban me traían. Yo escuchaba que había gente al lado, habían mujeres, me daba la impresión que las hacían duchar, escuchaba la voz de mujeres…”
En Rawson, reconoció a muchos victimas, algunas de las cuales están aun hoy desaparecidas. Luego de más de tres años de cautiverio pudo salir del país: “ No fue una opción personal: me vi obligado a salir del país hacia cualquier lugar del mundo, me sacaron las esposas cuando iba en el vuelo, y me dijeron que no volviera más porque era boleta…”.
Y así, tratando de recordar detalles Rubén reflexiona sobre él y tantos compañeros: “lo que a mi me pasó no era algo personal, sino una cuestión política, atacaron a las personas que trabajaban políticamente en aquel momento de distintas agrupaciones políticas. Esta concatenado con una actitud política. Pero a pesar de ello lo que pensaba en ese momento, lo sigo pensando hoy, y cuando llego a Neuquén y me encuentro con una persona que va a pedir trabajo y le contestan que le van a pagar 1000 pesos pero en negro y que no va a tener aportes patronales, para mi es la misma sensación que tenia hace treinta años atrás, y que sigo pensando que eso hay que cambiarlo” Y siguió Rubén: “ no he cambiado mi forma de pensar y sigo pensando como pensaba en aquel momento”
Terminaría su testimonio, demostrando que el genocidio tuvo entre sus objetivos destruir la militancia, la organización. Rubén se levanta y mira a lo genocidas, y detrás del blindex lo aplauden los que sobrevivieron de la muerte, igual que él. Rubén mira al publico, como buscando su calor, y en ese aplauso, en esos compañeros que vivieron lo mismo que él, está la fuerza, son aquellos que luchaban, son estos que siguen luchando contra los verdugos. Y desaparece el vidrio en ese aplauso, y desaparece la muerte con la que se quedan en sus conciencias los 8 genocidas.
Las facetas de la impunidad
Eran Suboficiales y Oficiales del Batallón donde funcionó La Escuelita , o del Destacamento de Inteligencia, “personal civil” aclaran, como si eso los hiciera diferentes, ¿quien les paga el sueldo? les preguntamos. “El Ejército”, responden.
Temerosos algunos, irónicos, hipócritas y cínicos otros, pero todos sellando el pacto de silencio que mantiene a miles (incluidos ellos) impunes.
Declararon entre otros:
Impune: Antonio Guiñazu- (Sub-oficial principal en el 76 y 77 )
Impune: Manuel Eduardo Caparrós ( Cabo 1º del Batallón- que contó con total desparpajo y seguro de la impunidad con la que cuenta, que el “hacia las guardia de La Escuelita ”
Impune: Daniel Guzmán ( Militar-Encargado del parque automotor) cuyo rol casualmente era en sus propias palabras: “ preparar los vehículos que salían a hacer operativos, se preparaban como todo los días los vehículos”
Impune: Norberto Pachiani (militar retirado)
Impune: Cesar Valdez ( suboficial del 75 al 79): que contó como un anécdota: “Se rodeaba la manzana y con el fusil sobre la espalda, entrábamos a los domicilios. Había que levantar a los chicos si estaban durmiendo, se pedían documentos a los de la casa y se buscaba material subversivo"
Impune: Jorge Amare ( suboficial- encargado de las Armas), quien se encargo de afirmar: “Todo el país estuvo a cargo de la lucha contra la subversión”
Todo ellos, impunes, al igual que miles, facetas de la impunidad.
Es el turno de otro integrante del Destacamento de Inteligencia 182, Omar Garcia, que ingresó en el Destacamento en junio del 73 como personal civil, como operador de radio del sistema morse, en el grupo “comunicaciones” y que cumplió funciones HASTA EL AÑO 2000!
Sigue otro integrante del Destacamento, Miguel Rollero, que ingresó a fines del 74 y que CONTINUA EN EL DESTACAMENTO EN LA ACTUALIDAD !!!
Son los mismos, los que hacían inteligencia en la dictadura que siguieron y siguen en funciones, muestras claras de las facetas de la impunidad. Muestra de que el aparato represivo es el mismo, y los que lo integran también-
La Faceta de Florenza
El jueves 9 les tocó el turno a los de Inteligencia, pieza clave del genocidio. Entre ellos Ruben Florenza. Impune. Se sienta y mira a los genocidas, solidarizándose con ellos, quizás porque sabe, al igual que lo pensamos nosotros, que él también debería estar sentado junto a ellos como imputado. Y el viejo Florenza, se siente mal, “le pasa algo?” Le pregunta el Tribunal: “Es que me siento mal, moralmente mal, porque me obligan a contar secretos, que solo conocíamos ellos, que fueron mis jefes y yo”.
Un defensor de los milicos pide que Florenza no sea “obligado a revelar sus secretos de Estado”. Nos corren traslado a las querellas y la querella de la APDH contesta : “creemos que debe interpretarse que el articulo del código castiga la violación de secretos de Estado cuando existe esa obligación, en este caso hay una norma que lo releva por eso no esta comprendido en el tipo penal, en este caso hay una norma que lo revela, si no existiera esa norma podría incurrir en el tipo penal”. Desde la querella del CeProDH contestamos: “Estamos investigando hechos cometidos desde el Estado como parte de un genocidio, delitos de lesa humanidad, permitirle a Florenza que no diga lo que conoce respecto del genocidio, hechos ilícitos cometidos por la maquinaria estatal y las diferentes fuerzas represivas, seria garantizar la impunidad, impunidad que se viene garantizando desde el mismo Estado, que se sostuvo con las leyes de obediencia debida y punto final y que se viene sosteniendo durante los diferentes gobiernos constitucionales, impunidad que mantiene desaparecido a Jorge Julio Lopez”
El tribunal finalmente resuelve que Florenza sea relevado de la obligación de no revelar “secretos de Estado” y que debe contestar.
Pero el viejo Florenza no quiere decir nada porque según el “es su deber “ serle fiel a los genocidas imputados, y se encarga de justificar ideológicamente a sus amigos, y cuenta el viejo impune en relación a la desaparición de Alicia Pifarre: “esa chica no estaba en las buenas, era actriz, hacia viajes teatrales y llegó hasta Cuba, cuando estuvo en mi casa porque era mi vecina la escuche decir expresiones muy común de esa gente, despectiva hacia los Estado Unidos, ahí yo dije esta chica se esta pasando para el otro lado. “ …”Porque si ella tenia esas revistas bajo la cama, es porque era distribuidora de revistas subversivas”
Desde la querella de Ledesma y del CeProDH solicitamos al Tribunal que se le impute a Florenza como parte del genocidio.
“Téngase presente” dijo el Presidente del Tribunal, mientras el viejo Florenza se iba a su casa, impune.
Desde el CeProDH seguimos denunciado la impunidad, seguimos exigiendo que se condene a todos los genocidas por todos los compañeros.
Aun cuando la política del gobierno de desmembrar los juicios no quiere…el genocidio se demuestra igual
Como ha sucedido en la mayoría de los tribunales de la Argentina , en esta ocasión se enjuicia a unos pocos genocidas por un puñado de crímenes, ocultando la verdadera magnitud del exterminio llevado adelante por la dictadura militar; ocultando cuan aceitada estaba la maquinaria genocida a nivel nacional, la articulación de los circuitos represivos y la actuación conjunta de todas las fuerzas represivas. A pesar de ello, de esa intencionalidad manifiesta de desmembrar las causas y diluir responsabilidades, en cada uno de los testimonios de los compañeros y compañeras que declaran en el juicio, surge el genocidio en forma evidente, así como sus objetivos y su planificación.-
Cada declaración de los y las sobrevivientes, da cuenta de otros secuestros de sus compañeros de militancia, dejando al descubierto el objetivo genocida de aniquilar todo tipo de organización política, estudiantil, sindical. Esta vez en la declaración de Rubén Obeid, surge el nombre de un compañero de militancia: Javier Seminario quien también militaba en el frente de agrupaciones de base, fue secuestrado y continua a la fecha desaparecido, lamentablemente el caso de Javier Seminario no está entre los casos que están siendo juzgados. Cuando declara Cristina Vega, quien fuera compañera de Obeid al momento del secuestro, relata que tiempo antes del secuestro de Rubén, habían secuestrado a su prima Mirta Tronelli, estudiante de servicio Social en la UNCo , quien a la fecha sigue desaparecida y cuyo caso no esta en este juicio.-
Por ello decimos que a pesar del desmembramiento de las causas y la intencionalidad manifiesta de mostrar al pueblo y al conjunto de los trabajadores, que se está haciendo justicia con algunos genocidas por unos pocos compañeros, nada puede impedir que se oculte la verdad histórica del genocidio, que se oculte la magnitud que el mismo tuvo, que se oculten los nombres de quienes aún están desaparecidos y esperan el turno para que llegue su juicio, así como tampoco se puede ocultar el nombre de aquellos genocidas que continúan impunes y en funciones.-
Como parte de esta política nacional de desmembrar las causas, se ha conocido públicamente que un tramo de la causa que aún esta en Instrucción, se va a enviar a Bahía Blanca. Casualmente en ese tramo están la mayoría de los compañeros y compañeras que están desaparecidos, y las detenciones del operativo Cutral Co. Desde el CeProDH nos opondremos por escrito a esto, porque consideramos que seguir desguazando las causas, es funcional a la política de impunidad. Queremos que se juzgue a todos los genocidas por todos los compañeros.
CARCEL COMUN Y PERPETUA POR GENOCIDIO A TODOS LOS MILICOS Y PARTICIPES CIVILES
APERTURA DE LOS ARCHIVOS DE LA DICTADURA
APARICION CON VIDA DE JORGE JULIO LOPEZ