24 de marzo de 2004
Declaración 24 de MARZO
Este 24 de Marzo nos encuentra frente a un gobierno que tiene una activa política y un fuerte discurso en el ámbito de los derechos humanos. Luego de varios intentos fallidos por parte de Alfonsín, Menem y De la Rúa de sellar la reconciliación entre las Fuerzas Armadas y el conjunto del pueblo, Kirchner parece estar dando pasos firmes en ese sentido. Sin ir más lejos, inició su gobierno impulsando el viejo reclamo popular de anulación de las leyes de impunidad y pasando a retiro a las cúpulas militares, entre otras medidas. En esencia se trata de limpiar los aspectos más sucios y brutales de las instituciones represivas del Estado, fuerzas armadas, policiales, la Corte Suprema y el desprestigiado aparato judicial; por esta vía, se intenta preservar estas instituciones para que sigan en pie, luego del cimbronazo que implicaron las jornadas del 19 y 20 de diciembre.
El mismo 24, Kirchner otorgará la ESMA a los organismos de derechos humanos, en calidad de “museo de la memoria” cuyas características son aun poco claras. En ese marco y en principio, se deben ir todos los marinos de allí y la ESMA debe conservarse como elemento probatorio para los juicios. Repudiamos cualquier intento de realizar un museo que conviva con los militares en el mismo predio donde fueron torturados, asesinados y desaparecidos alrededor de 5.000 luchadores.
Cuando hablamos de museo, hablamos de algo extinto y del pasado, como los dinosaurios, que es necesario preservar en la memoria colectiva. Lamentablemente la realidad es otra. El primer ejercicio de memoria es recordar que, luego de la anulación de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final, sólo un puñado de asesinos hasta ahora fue a prisión y los indultos siguen vigentes. Memoria es no olvidar que la lucha por encarcelar a los genocidas debe seguir en las calles y no se cambia por museos.
¡Qué oportuno el discurso del Almirante Godoy, escrito y recitado de puño y letra del Ministro de Defensa, Pampuro y el mismo Kirchner! Este cínico jefe de todos los que en la ESMA hoy se instruyen, expresó sin tapujos el objetivo de todo el gobierno: “...la sociedad argentina (...) no merece que se le dificulte avanzar, en justicia, hacia las necesarias metas de reconciliación y unión nacional (...). Que por su fruto se obtenga la ansiada reconciliación que debe emerger necesariamente entre el Estado, sus instituciones y su pueblo.”
Desde el CeProDH expresamos nuestro enérgico rechazo a estos dichos y a todo intento de reconciliación en nombre de la memoria de nuestros desaparecidos. El problema de fondo es que, como parte de una política de reconciliación, podrán irán a prisión un puñado de viejos militares, mientras dejan en funciones a todos los subalternos (a los que el Alte Godoy se refiere como “el actual personal que ha sufrido y sufre un inmerecido escarnio por causas imputables a quienes mal dirigieron y controlaron, desde la conducción política y operativa, el empleo de la fuerza del Estado”) que fueron instruidos durante estos años en la enseñanza de prácticas de tortura, ahora limpios para volver a intervenir cuando sea necesario. Mientras están participando en el exterior en puntos conflictivos para el imperialismo y bajo las órdenes de éste; en este contexto no se descarta que envíen bajo la denominación de “Cascos Azules”, tropas argentinas a Haití.
Otro eje en la perorata gubernamental ha sido la "no criminalización de la protesta social". Ningún avance concreto hay en la comisión que creo el gobierno para tratar el tema de los miles de procesados. Y más aún, el gobierno lanzó una escandalosa y reaccionaria campaña contra los piqueteros y la izquierda. Esta se materializó en, por un lado, la bomba que estalló el 20 de diciembre durante el acto en Plaza de Mayo; este gravísimo hecho, que podría haber sido una masacre, todavía está impune, a pesar de haberse formado ¡otra comisión!. Por otro lado, fiscales y jueces recogieron el guante y comenzaron a dar órdenes a la policía de que garantice el "libre tránsito" sentando graves precedentes contra la libertad de manifestación.
Tampoco cesó la represión directa, sin que haya responsables presos. En Jujuy, la provincia del kirchnerista Fellner, la policía asesinó a balazos a un manifestante. En Neuquén, integrantes del MTD fueron reprimidos durante más de 6 horas por la policía de Sobisch. Allí perdió un ojo Pedro Alveal. Fueron reprimidos los desocupados de la UTD Mosconi y ex trabajadores de YPF de Salta, y en todas las ocasiones se encarceló a varios de sus integrantes. Los asesinatos de Kostequi y Santillán, por sólo nombrar un caso (para cuyo esclarecimiento se formó ¡otra comisión!) siguen impunes.
Con la misma lógica de supuesta anti-impunidad, la seguidilla de “depuraciones” policiales, se combinó con más armamento y atribuciones cada vez mayores, mientras en cada secuestro y en los casos más terribles de violaciones, la participación policial sale a la superficie como la peor de las podredumbres amparadas por el estado.
Las víctimas de gatillo fácil (otra vez se formó ¡otra comisión! Con familiares para resolver algunos de los casos), siguen impunes, como lo muestra el caso de nuestra compañera Carla Lacorte. Y todo indica que los abusos policiales se acrecentarán al calor de los intentos reaccionarios de Ibarra de sancionar el nuevo Código Contravencional.
Tener presentes todos estos hechos también es parte de la memoria.
Y si hablamos de derechos humanos no podemos omitir que hace unos pocos días se votó una nueva contra-reforma laboral, que a la vez que modifica los puntos más cuestionados de la Ley Banelco, deja en pie toda la estructura legal que desde el ’76 se fue imponiendo a favor de los grandes empresarios que apoyaron y sostuvieron el genocidio. Venden como progresiva una norma que eleva a categoría de ley el cercenamiento al derecho de huelga. Es más, al ser solo derogación de la Ley 25.250, quedan en pie todos los convenios esclavistas firmados en el último período. Nada cambiará para los miles que trabajan entre 12 y 14 horas por día, para los que tienen contratos basura y en negro sin derechos gremiales, para los que ganan salarios miserables. Tampoco para los empresarios que con dictadura o estas democracias han agigantado sus ganancias y hoy beneficiados con la devaluación.
¿Podemos disociar la discusión de los derechos humanos del pago de la deuda externa? Opinamos categóricamente que no. Una vez más, discursivamente se sostiene "no querer pagar con el hambre del pueblo” y en los hechos es exactamente lo inverso: 3100 millones de dólares se acaban de desembolsar y del "déficit cero" de Cavallo se han pasado a comprometer cifras enormes de superávit fiscal. La independencia del imperialismo no es discursiva, se expresa en el pago de la deuda externa y en los pactos con el FMI, ante todo. Desde Martínez de Hoz y Videla esa dependencia no ha parado de crecer a pasos agigantados. Con o sin relaciones carnales.
A 28 años del golpe genocida, desde el CeProDH decimos que la mejor reivindicación a los 30.000 compañeros detenidos-desaparecidos y el repudio a la dictadura, es continuar y profundizar la lucha que ellos iniciaron. Una vez más sostenemos que será sólo con la movilización y la lucha del conjunto del pueblo y los trabajadores podremos lograrlo.
Este 24 de marzo marchamos exigiendo:
– BASTA DE MEDIDAS TENDIENTES A LA RECONCILIACION
– CÁRCEL A TODOS Y CADA UNO DE LOS REPRESORES Y SUS CÓMPLICES
– AMNISTÍA YA PARA TODOS LOS LUCHADORES OBREROS Y POPULARES
– BASTA DE REPRESIÓN. CASTIGO A LOS RESPONSABLES
– NO A LA CAMPAÑA CONTRA LOS PIQUETEROS Y LA IZQUIERDA. PLENA VIGENCIA DE LOS DERECHOS DE MANIFESTACIÓN Y EXPRESIÓN DE LOS RECLAMOS POPULARES
– CASTIGO A LOS RESPONSABLES DEL ATENTADO EN PLAZA DE MAYO EL 20 DE DICIEMBRE PASADO.
– ANULACIÓN DE TODA LA LEGISLACIÓN LABORAL IMPUESTA DESDE LA DICTADURA
– RUPTURA DEL PACTO KIRCHNER-FMI Y EL NO PAGO DE LA DEUDA EXTERNA