Juicio a 8 Genocidas – 22 de Septiembre
El genocidio: contra los trabajadores- La triple A: preludio del genocidio- Mujer y militante
En esta nueva jornada del juicio que se realiza a ocho genocidas de la zona declararon tres valientes compañeros/as: Juan Isidro Lopez, Francisco Alberto Ledesma e Islanda Becerra.
En esta nueva jornada del juicio que se realiza a ocho genocidas de la zona declararon tres valientes compañeros/as: Juan Isidro Lopez, Francisco Alberto Ledesma e Islanda Becerra.
El genocidio : contra los trabajadores
El primero en entrar a la sala fue “Don Lopez”, compañero conocido por su lucha, por su militancia. Con sus setenta y siete años, con las huellas de la lucha, en su rostro, en sus ojos, en su palabra. Compañero obrero, amenazado por Farias Barrera consecuencia de la impunidad.
Y entra Don Lopez y la sala se llena de aplausos, a su lucha, a su entereza, a su simpleza para definir que “el esta del lado de los trabajadores”.
Y Don Lopez comienza su declaración, y el Juez le aclara que declara “por el caso de Ledesma” y Don Lopez entiende que es su “deber moral” estar allí, declarando, aún sabiendo, que su propio caso no es juzgado en este juicio, paradojas de la política de juzgamiento limitado, pues Don Lopez, fue trasladado y torturado con Ledesma en la Escuelita en el mismo momento.
Pero este obrero (como se define a si mismo), no baja su bandera y afirma: “Tengo un fuerte compromiso, mi vida fue eso, la lucha por los trabajadores, en cuanto conflicto que había aportaba algo, estuve en el cuerpo de delegados de luz y fuerza, fui secretario gremial de Río Negro, siempre en defensa de los trabajadores. En homenaje a eso – hablando de su padre- y de todos los trabajadores, y por una obligación moral estoy acá…”
Y sigue Don Lopez declarando sobre la tortura y el horror, sobre el traslado en el 76 de Rawson a Neuquén, en que Farias Barrera se presentó, igual que lo haría 32 años después en las puertas de su casa. ‘Soy el Mayor Farias’, y sigue Don Lopez: “yo le dije a Farias cuando vino a amenazarme a mi casa que yo iba a venir a este juicio a contar mi verdad, la verdad de los trabajadores”. Y este obrero de años, se levanta y con su verdad a cuestas, la de los trabajadores, y una vez mas escucha el aplauso de sus compañeros, de su familia, de las madres, que lo despiden y camina, como dijo el, tantas veces, con la seguridad de haber cumplido con sus compañeros, con los que hoy no están.
La Triple A: preludio del golpe genocida
Tanto nuestro compañero Juan Isidro Lopez, quien es patrocinado por las abogadas del CeProDH, como Francisco Ledesma, dieron cuenta de la existencia y actuación de la Triple A en la zona, de su inserción en distintos ámbitos tales como la Universidad del Comahue, como así también en la actividad sindical. Que los secuestros y detenciones comenzaron previamente a Marzo del 76. En este sentido Juan Isidro Lopez afirmó: “Mi detención viene del 75, allanaron mi casa, un oficial Quiñones y un oficial Sandoval, me detienen y me llevan a Roca... A la noche me detiene Camarelli, me llevaron directamente a la cárcel de Neuquén. En marzo me trasladaron a Rawson, me traslado un oficial Fonseca de Centenario, permanecí cerca del año, después en un operativo que estaba Farías Barrera me traen a Neuquén…”. En este sentido Ledesma dijo: “…los primeros días de enero llega la intervención a la UNCo , el 24 de enero del 75 hay una nomina de 86 docentes que son dejados cesantes, con ese antecedente yo no vuelvo a la universidad… el 19 de enero del 76, soy detenido en mi casa por un grupo de tareas, de la ciudad de Comodoro y llevado a la Prefectura marítima y de ahí llevado a la tortura…”
Las palabras de ambos demuestran que uno de los blancos de la dictadura fue la clase obrera. Ambos recordaron a muchos trabajadores que fueron desaparecidos y torturados, No docentes de la Universidad , participantes de la Huelga de Sierra Grande, entre muchos otros. Se demostró con sus testimonios una vez más que en los objetivos del Genocidio estaba el aniquilar una generación fuertemente politizada, que debatía, que discutía ideas políticas, que militaba en distintas organizaciones, sindicales, políticas, sociales, que se planteaba cambiar el orden social imperante. Ledesma afirmó “Fui un militante social, fui un integrante de la juventud peronista y terminé siendo un integrante de la juventud trabajadora peronista… ¿Que era Francisco Alberto Ledesma?- como el mismo se definió- Como los millones de pibes, fuimos felices, duros, tensos y no del todo dichosos- fueron días dignos- tuvimos juventud, vital rebelde e inconformista”
Militante y Mujer
Le toca el turno a Islanda. Mujer, valerosa, mujer niña, mujer madre… Islanda tenia 19 años cuando fue secuestrada y trasladada a ‘ La Escuelita ’, para ser torturada, morderse la lengua en la tortura, vejada, picaneada. Islanda cuando es liberada es amenazada ‘si se junta con sus compañeros de militancia’. La mujer niña, de diecinueve años, la mujer madre, de diecinueve años, calla, se vuelve a morder la lengua para no gritar, para no contar… pero cuenta, sale del silencio… mujer
Islanda Becerra, es una sobreviviente del Centro Clandestino de detención “ La Escuelita ”, Islanda, al igual que las anteriores mujeres ex detenidas desaparecidas de este centro clandestino, dieron cuenta en forma pormenorizada y desgarradora, la violencia específica que sufrieron las mujeres, el abuso sexual constante, el manoseo, las amenazas de violaciones masivas, etc. En este sentido Islanda nos decía: “… venían los guardias, me manoseaban, yo tenía los pechos llenos de leche porque estaba dando de mamar, ese acoso, el abuso fue constante, era de los guardias, al rato me dieron agua, me llevaban vendada, me ponían las manos adelante, me bajaban la ropa y me manoseaban y tenía que orinar delante de ellos, siempre insultándome, decían que estaba buena que me iban a violar, paso una noche y me volvieron a llevar a la sala de tortura, me desnudaron, me pusieron la picana en las sienes, en los pechos, es indescriptible el dolor, la vejación, que significaba tener la picana en los pechos…”
Cuando se trata de mujeres, el genocidio incluye la violencia y el abuso sexual. Están Lolin e Ines, la aplauden, mujeres valerosas.
Mujer, se levanta, el público la aplaude, mira a los genocidas y en su mirada esta claro: no pudieron.
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