En Neuquén quieren callar a los luchadores con los métodos de la Triple A
Si de reprimir y perseguir a los luchadores se trata, la provincia de Neuquén es ejemplo en la materia. En menos de un mes, ocurrieron dos hechos cuya metodología no tiene nada que envidiarle a la Triple A.
El primero ocurrió el 8 de junio: al mediodía, la policía de Centenario secuestró durante cinco horas a Cristian Aguilera, dirigente del Centro de Estudiantes del EPET N° 2 de Centenario, quien salía de solidarizarse con una clase pública que se realizaba en el marco de la jornada de protesta votada por los estudiantes secundarios. La policía lo obligó a subirse al móvil y lo mantuvieron dando vueltas, después fue llevando a la Comisaría 5ta. Y allí varios policías le realizaron un interrogatorio digno de la dictadura militar. La pregunta recurrente era si pertenecía a "algún partido político o movimiento raro" además de investigarle exactamente a que colegio iba, qué horarios y qué cursos. La intimidación no terminó allí, ya que Cristian fue llevado en el móvil policial hasta la ciudad de Neuquén con la excusa de que en Centenario "no había médicos".
A este hecho brutal se respondió unánimemente realizando conferencias de prensa y la presentación de un Hábeas Corpus en conjunto entre los compañeros de HIJOS Alto Valle, Zainuco y el CeProDH. Se logró un importante fallo del juez de Instrucción Héctor Rimaro que ordenó al Jefe de la policía de la Provincia de Neuquén "que en forma perentoria y personal imparta a los Sres. Jefes de dependencias policiales con asiento en la primera circunscripción judicial precisas directivas para que se garantice el derecho constitucional de manifestar y peticionar de los estudiantes secundarios". El juez fundamenta esta orden "ante la llamativa pluralidad de denuncias de similar tenor y contemporáneas, ante otras situaciones que posiblemente no se hagan conocer por temor o cualquier otra razón, a lo que se aduna los episodios acontecidos en el Consejo Provincial de Educación"
Esta resolución es un triunfo en el terreno legal que refleja la ejemplar lucha de los estudiantes secundarios neuquinos.
A los pocos días, José Luis Inostroza -joven del MTD y obrero de Zanon- el día viernes denunció que la noche anterior, cuando iba a trabajar en el turno noche, policías de la Comisaría 18 lo secuestraron y golpearon utilizando un chaleco que evita las marcas en el cuerpo, en una clara premeditación e intentando garantizarse impunidad.
Ese mismo viernes, cuando se encontraba en la guardia del Hospital Castro Rendón verificando no tener lesiones internas, es interrogado ilegalmente por personal policial dentro del consultorio, por orden directa del Jefe de Seguridad provincial Salazar, según consta en los libros de la Comisaría 1ª. Quien llevaba a cabo ese ilegal interrogatorio, es el oficial Cortínez, quien debería encontrarse preso por intento de homicidio y vaciarle el ojo al joven del MTD y obrero de Zanon Pedro Alveal. Hoy goza de la impunidad garantizada por una Justicia adicta al poder.
Esta nueva provocación contra los luchadores neuquinos se enmarca en la campaña de mano dura y la escalada represiva que se inició en la represión y las balas de plomo el 25 de noviembre en el Estadio Ruca Che, que no es ajena a la campaña llevada a nivel nacional contra los piqueteros con la que, en las últimas semanas, ya se cobraron la vida de tres jóvenes, dos de ellos miembros de movimientos de desocupados.