Fábrica militarizada
El día 12 de julio la multinacional Pepsico Snacks despidió sin causa y sin previo aviso a un grupo de trabajadoras y trabajadores permanentes de su planta ubicada en Florida, Pcia. de Bs. As. Los despidos son claramente políticos y persecutorios, ya que dos de las despedidas son reconocidas luchadoras y esposas de delegados de la fábrica, uno de ellos actualmente suspendido ilegalmente. A partir de ese día, la empresa procedió a una virtual militarización de la planta, ubicando patrulleros y camionetas de seguridad privada en cada una de sus puertas, así como numeroso personal de vigilancia, algunos de ellos armados con itakas, tanto dentro como fuera del establecimiento, todos ellos pertenecientes a la empresa de seguridad “FIEL”, en un hecho que recuerda a las peores épocas de la dictadura militar, intentando así amedrentar y sembrar el miedo dentro de la planta. Esto es inadmisible en momentos que decenas de miles se movilizan en Argentina repudiando los intentos represivos del gobierno, como sucedió luego de la masacre de Avellaneda.
Estos hechos se inscriben en la negra trayectoria violatoria de los derechos humanos y laborales que viene protagonizando esta firma de origen norteamericano, líder absoluta en el mercado de snacks, dueña de marcas como Frenchitas, Lays o la nacional Pehuamar y que en los últimos años ha ganado millones de dólares.
A fines del año pasado fue despedido un grupo de trabajadoras contratadas, lo que motivó el repudio y la lucha por su reincorporación. En ese momento, la patronal empezó una campaña sistemática de ataque y persecución contra la organización sindical de los trabajadores, suspendiendo ilegalmente a delegados de la Comisión de Relaciones Internas; esta práctica antisindical de los empresarios tenía por objeto sacar de la fábrica especialmente a uno de estos delegados por ser un referente para los trabajadores y por haberse puesto al frente del reclamo de reincorporación de las compañeras despedidas. Como si fuera poco violentaron la cerradura y clausuraron el cuarto gremial, prohibieron las asambleas dentro del establecimiento y ahora despiden a las esposas de dos de los delegados, uno de ellos suspendido.
El CeProDH, junto a la Dra. Raquel Coronel, en defensa legal del delegado suspendido Leonardo Norniella, está promoviendo una acción de reinstalación ante el Juzgado Laboral n° 56. No podemos permitir más este atropello patronal, tenemos que exigir ya el retiro de todo el personal de seguridad de la planta, la inmediata reincorporación de los delegados suspendidos y de los trabajadores despedidos y la vigencia de los plenos derechos gremiales y democráticos de los obreros de Pepsico Snacks.
Llamamos a participar activamente de las acciones
de repudio que ya se han puesto en marcha:
1-Saturar los teléfonos y la casilla de mails de la empresa con mensajes de repudio.
El fax de la empresa es 4730-5004. Para enviar un mail a la empresa, hay que ingresar a www.pepsico.com.ar