Balas, gases y procesos judiciales en Salta:
Gendarmes, jueces y picanas
Hace unas pocas horas he regresado de Salta. Viajé en representación del Ce.Pro.D.H. que, junto a la Liga por los Derechos del Hombre, hemos acompañado en estos días a la Dra. Mara Puntano, quien con un gran esfuerzo lleva las causas de los presos y procesados de esta provincia, enfrentando el ataque que a través del Poder Judicial se está propinando a los piqueteros y el pueblo de Mosconi y Tartagal. Las balas de plomo y de goma de la gendarmería en la ruta, los gases israelíes diseminados por estos poblados del norte salteño, traen aparejado la instauración de la persecución judicial más feroz. Luego, el gobierno ofrece negociar, pero con muertos y rehenes en las cárceles y con la gendarmería al acecho.
En Salta vemos los fuegos de una clase asesina e impune contra el pueblo trabajador que sale a pelear por sus derechos. De un lado, ni un solo gendarme detenido por las muertes de Barrios y Santillán; y el gobierno nacional con sus Mestre, sus Mathov y el gobernador Romero que llama delincuentes y sediciosos a los piqueteros que exigen el cumplimiento de sus justos reclamos.
Del otro, el de los explotados, dos compañeros muertos, decenas de procesados y de detenidos salvajemente torturados. Quiero hacer público parte de testimonios que constan en las declaraciones indagatorias de dos detenidos a los que asistí como codefensor en la causa. Uno de ellos, un joven de 18 años, dijo: "Yo venía con mi novia e íbamos a ver qué hacía la gente que estaba cortando la calle dentro de la ciudad de Mosconi, entonces vinieron unos gendarmes, me agarraron y me dijeron que yo estaba cortando la ruta y me empezaron a pegar en la cabeza, me remontaron el arma y me dijeron ’te vamos a matar aquí nomás’. Luego me subieron al camión, me taparon los ojos, me decían que yo era francotirador, pero yo no tengo nada que ver con eso. (...) Después me bajaron la ropa, me dijeron que me agachara y me pegaron con los bastones (...) Después arriba del camión, agarraron una picana y comenzaron a darme corriente eléctrica." Otro joven declaró: "Yo estaba durmiendo en mi casa y entraron varios gendarmes con bastones, gomas, las pistolas en las manos y me preguntaron si yo tenía armas, después me encapucharon y me llevaron al monte donde me pegaron patadas y me ahorcaron con una remera vieja que tenía, también amenazaron a mi mujer y mis hijos, después me subieron a un camión donde me siguieron pegando." Estas aberraciones las sufrieron la mayoría de los compañeros que fueron encarcelados, entre los cuales uno de ellos corre el riesgo de quedar parapléjico a causa de los golpes.
Durante los días previos y durante la represión, fueron encarcelados 56 compañeros. El generalizado repudio que recorrió el país frente a estos sangrientos hechos, las movilizaciones y la llegada a Salta de varios organismos de derechos humanos, permitió que fueran liberados 53 de los detenidos. Sin embargo, todos ellos se encuentran procesados y continúan presos los compañeros José Barraza, Carlos Gil y César Rainieri, acusados de sedición. Siendo su abogado patrocinante, los visité en la cárcel. Los compañeros me manifestaron la necesidad de realizar una campaña para pelear no sólo por su libertad sino por la de todos los presos por luchar.
Desde el Ce.Pro.D.H. asumimos nuestro compromiso en esta pelea, por la libertad de todos los presos, la defensa de las organizaciones que están siendo atacadas, sus métodos de lucha y por el castigo a los responsables de la salvaje represión. Por el retiro inmediato de la gendarmería de Mosconi y Tartagal.