El sabado 24 de enero más de 1.300 personas, jóvenes en su mayoría, marchamos por las calles del centro de Berazategui por Jonathan Luna, “para pedir justicia y que los policías Rodríguez y Vanzan y Pablo Aguilar (dueño del pool) paguen por el dolor que nos dejaron” como dice el cartel elaborado y pegado en todos los barrios de la ciudad por sus familiares y amigos. Desde el CeProDH nos hicimos presentes junto a un grupo de compañeros del Astillero Río Santiago entre los que se encontraba un tío de Joni. La marcha fue conmovedora y los vecinos, a medida que avanzábamos, se iban sumando o aplaudiendo.

En la madrugada del sábado anterior Jonathan fue asesinado a balazos en un pool de la avenida Vergara y su cuerpo apareció tirado en la calle. Por el crimen fueron detenidos los policías Rodríguez y Vanzan. En la pericia balística se determinó que balas son del arma del primero. Entretanto, la jueza Myszkin cambió la calificación del caso y dejó libre a Vanzan, que de todas maneras quedó procesado por “encubrimiento”. Esta actitud generó una nueva movilización de amigos y familiares a los tribunales quilmeños el martes 27. Una vez más la justicia, siempre rápida para encarcelar luchadores obreros y populares, no duda en liberar policías bonaerenses.

Como venimos diciendo desde el CeProDH, los jóvenes del pueblo trabajador están pagando con su sangre las consecuencias de la “campaña de la inseguridad” sobre la que vuelven a insistir por estos días pidiendo penas más duras para los pibes y mayores poderes para esa banda criminal que es la policía. Los familiares de víctimas de la represión, los organismos de derechos humanos y todas las organizaciones que sufrimos los atropellos de este Estado tenemos la obligación de acompañar a los familiares y amigos de Jonathan e impedir que siga la masacre contra nuestros pibes.