Represión e Impunidad

Lunes 1ro de septiembre de 2014

La Gendarmería sigue sumando denuncias e ilegalidades

Una nueva denuncia a la fuerza que comanda el teniente Coronel Sergio Berni se suma a las ya realizadas por Myriam Bregman y el equipo de abogados del Centro de Profesionales por los Derechos Humanos. Se trata de lo que dio a conocer el periodista Horacio Verbitsky en el matutino Página/12 este domingo 30 de agosto: infiltrado entre los manifestantes que realizaban una caravana solidaria con los obreros de Lear en Panamericana, se encontraba un coronel retirado que reviste ahora en las filas de Berni

La Gendarmería sigue sumando denuncias e ilegalidades

Una nueva denuncia a la fuerza que comanda el teniente Coronel Sergio Berni se suma a las ya realizadas por Myriam Bregman y el equipo de abogados del Centro de Profesionales por los Derechos Humanos. Se trata de lo que dio a conocer el periodista Horacio Verbitsky en el matutino Página/12 este domingo 30 de agosto: infiltrado entre los manifestantes que realizaban una caravana solidaria con los obreros de Lear en Panamericana, se encontraba un coronel retirado que reviste ahora en las filas de Berni

En la nota titulada “Quién es el canoso de barba”, Verbitsky hace referencia al infiltrado en la manifestación de solidaridad con los despedidos de Lear, la autopartista estadounidense ubicada a la vera de la Autopista Panamericana en General Pacheco.

Según el periodista, “el presunto infiltrado de la Gendarmería entre los manifestantes que el 30 de julio reclamaban en la puerta de la fábrica Lear en realidad era el jefe del operativo. El PTS suministró fotografías y filmaciones de esa ‘persona canosa de civil, que se paseaba como uno más entre los trabajadores, luego daba instrucciones y señalaba a los efectivos de la Gendarmería indicando a qué manifestantes detener’”.

La nota agrega que “el mismo hombre dirigió el simulacro del comandante de Gendarmería Juan Alberto López Torales, quien se arrojó sobre el capot de un auto fingiendo haber sido atropellado por lo cual el conductor del vehículo fue detenido y el fiscal Diego Molina Pico lo imputó por lesiones y atentado a la autoridad”. Este otro episodio se produjo durante esa misma Jornada Nacional de Lucha por Lear, una de las varias que ya realizaron las organizaciones de derechos humanos, sociales y de la izquierda que se solidarizan con los trabajadores.

Aportando un dato relevante a la denuncia impulsada por el PTS, Verbitsky dice que “el canoso de barba es el coronel (R) del arma de Caballería Roberto Angel Galeano, un comando de 55 años que estuvo en las Malvinas con Mohamed Ali Seineldín, fue jefe de Inteligencia del Cuerpo de Ejército de Córdoba, y de Contrainteligencia en la Dirección de Inteligencia del Estado Mayor General del Ejército.” Y apuntando directamente a la actual gestión del Ministerio de Seguridad, comenta que al infiltrado “la ex ministra de Defensa Nilda Garré lo pasó a retiro y su amigo Berni lo recicló como coordinador de las fuerzas de seguridad. Del control político al control de las fuerzas de seguridad por un militar, una parábola completa.”

Myriam Bregman, abogada del PTS y del CeProDH, denunciante del llamado Proyecto X, fue quien como señala Horacio Verbitsky aportó pruebas y viene realizando una serie de denuncias sobre el accionar represivo e ilegal de la Gendarmería en las sucesivas represiones de la Panamericana. La presencia de personal de civil, sin identificación, la simulación del “choque” de la moto de la GNA contra un automovil que era parte dela caravana, para luego imputar a quien manejaba el auto, perros sin bozal, en suma, la violación del protocolo de actuación que el propio Néstor Kirchner ideó, son parte de esas denuncias presentadas en la justicia.

Al respecto la abogada señaló: “La Gendarmería en manos de Sergio Berni actúa con una enorme ilegalidad. Todos estos hechos ya han sido denunciados en la justicia penal y realizaremos esta semana nuevas presentaciones, ya que no solo se filma a los trabajadores, sino que simula incidentes para detener manifestantes e infiltra agentes de civil -que a la sazón son militares- entre los trabajadores. Es la misma Gendarmería que también desaloja a los sin techo en Lugano. El discurso progresista del Gobierno encontró un nuevo límite en esta avanzada represiva, de espionaje y militarización de la protesta social al mando de Berni”




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