Domingo 1ro de agosto de 2004

La masacre de Avellaneda

"Necesitamos una comisión nacional de abogados"
Horas después de la masacre del Puente Pueyrredón, hablamos con Rubén Tripi, abogado del Centro de Profesionales por los Derechos Humanos, un organismo que junto a la Correpi y el Frente HIJOS Gran Buenos Aires fue parte de los convocantes de la jornada de cortes del 26. El Dr. Tripi es uno de los abogados de Raúl Castells.

¿Cuál es su análisis?
RT: Desde hace unos meses el CeProDH viene denunciando que las balas del gobierno están direccionadas a los sectores en lucha que no aceptan las condiciones de este gobierno del FMI, que quiere imponer sus Consejos Consultivos controlados por punteros e intendentes a cualquier precio. La misma política brutalmente represiva que aplicaron en Salta ahora llega al Conurbano. Por ello ahora tenemos que lamentar el asesinato de estos dos jóvenes de la Coordinadora Aníbal Verón. Los movimientos de desocupados eran concientes que el gobierno venía amenazando con reprimir y los organismos de derechos humanos como nosotros, la CORREPI y el Frente HIJOS Gran Buenos Aires tomamos medidas para estar coordinados y actuar en común.

¿Cómo se desarrollo la situación después de la represión?
RT: Los abogados e integrantes de los organismos de derechos humanos nos concentramos en el Hospital Fiorito para conocer la situación de los heridos y en la Comisaría 1° de Avellaneda, haciendo todos los esfuerzos posibles para liberar a los compañeros. Además de los que ya nombré, también estuvieron los compañeros de Ex Detenidos Desaparecidos y La Liga, entre otros.
En el Hospital se vivió una situación pocas veces vista, la policía lo militarizó y se llevaba a la rastra a la gente que estaba en el patio. En los alrededores efectuaban razzias, seguimientos y hasta llegaron a entrar a reprimir al local vecino del Partido Comunista, a golpes, balazos de goma y gases lacrimógenos.
La Comisaría, donde estaban detenidos los 155 compañeros, también fue cercada por la policía y nos teníamos que topar cara a cara con los mismos que pocas horas antes habían asesinado a los piqueteros.
Los fiscales aparecieron allí luego de la masacre, para explicar con palabras técnicas y elegantes lo inexplicable. Tratando de lavarse las manos dijeron que el juez competente era el juez federal Blanco de La Plata, pero que “recién a las 14:05 hs. se habían enterado que se declaró incompetente”, y que entonces ellos no habían intervenido, “ni siquiera se habían enterado de los hechos”. Para estos funcionarios las muertes son un expediente más.

¿Qué nos puede decir sobre los detenidos?
RT: Los compañeros empezaron a ser liberados a partir de las ocho de la noche, luego de que ejerciéramos una gran presión, entre la gente que estaba afuera y la enorme moral de los compañeros presos, que cantaban reivindicando su lucha y reclamando su libertad.
Quiero mencionar que en la Comisaría también se hicieron presentes Nora Cortiñas y un grupo de Madres, Pérez Esquivel, diputados de la Comisión de Derechos Humanos del Congreso Nacional y los diputados Walsh, Zamora, Roselli, Ripoll.

¿Cuál es la propuesta del CeProDH ante esta represión selectiva?
RT: En lo inmediato estamos proponiendo conformar una Comisión de Abogados de todos los organismos comprometidos con esta lucha, que se ponga a disposición de los compañeros de la Coordinadora Aníbal Verón, que actúe coordinadamente para llevar hasta las últimas consecuencias la búsqueda del castigo a los culpables materiales e intelectuales, centralizando la información de los testigos, denunciando públicamente e investigando a los represores y la línea de responsables, todo ello en forma independiente de todos los organismos del Estado. Los organismos de derechos humanos que trabajamos juntos el 26 y que demostramos en los hechos la potencialidad que tiene actuar en forma coordinada frente a este Estado represor, tenemos la responsabilidad de impulsar en forma urgente una comisión nacional que nuclee a los centenares de abogados comprometidos con las luchas obreras y populares que hay en todo el país, para estar preparados ante futuros hechos represivos contra los que luchan y dejan sus vidas en las rutas. Así como también, brindando solidaridad y apoyo a los que hoy están peleando tomando sus fábricas y poniéndolas a producir, como los obreros de Brukman y Zanon con la amenaza latente de represión. Porque el reclamo es uno solo: pan y trabajo, la defensa debe ser unitaria.