La crisis económica mundial ya comienza a sentirse en nuestro país. Han comenzado los despidos y las suspensiones y se niegan aumentos salariales o mejoras en las condiciones laborales. En la gran mayoría de los casos los dirigientes sindicales son cómplices de estas medidas adoptadas por las patronales.

Pero en muchos lugares comienza a haber una respuesta inmediata. Y, en otros, hay trabajadores que conversan, se reúnen y empiezan a debatir cómo resisitir y luchar por sus puestos de trabajo y sus derechos.

En medio de esta situación se abre una posibilidad para que los trabajadores y las trabajadoras se organicen en cada fábrica, empresa, establecimiento o delegación estatal. El fallo de la Corte Suprema de Justicia de la Nación en el caso "ATE c/ Ministerio de Trabajo s/ Ley de Asociaciones Sindicales" declaró la inconstitucionalidad del artículo 41 (inciso A) de la ley 23.551. Ahora, para ser elegido delegado o miembro de una comisión interna, ya no hace falta “estar afiliado a la respectiva asociación sindical con personería gremial y ser elegido en comicios convocados por estas” (Art. 41).

Este precedente puede ser utilizado en múltiples lugares analizando cada caso concreto. Se abre la posibilidad de que cualquier trabajador o grupo de trabajadores, del sector público o del sector privado, afiliados o no a un sindicato, puedan ser elegido por sus compañeros para ejercer como delegados.

La representación sindical en las empresas casi no existe en Argentina. El 87% de los lugares de trabajo no tiene delegados. No los hay en la mitad de las grandes fábricas (más de 200 trabajadores) y tampoco en más del 70% de las empresas de entre 50 y 200. Sólo hay delegados en el 7,5% de los establecimientos de entre 10 y 49 empleados.

Se pueden organizar centenares de nuevos cuerpos de delegados para unir a todos los trabajadores en cada lugar de trabajo:

• Para defenderse de la prepotencia y los abusos patronales.

• Para luchar contra los despidos o cierres por la crisis económica que querrán descargar sobre el movimiento obrero.

• Para conquistar salario o mejores condiciones de trabajo.

• Para que los contratados, los no registrados (“en negro”), los jóvenes y las mujeres no sean considerados trabajadores o empleados “de segunda” con menos derechos, salarios diferenciados a la hora de hacer la misma tarea y figurar primeros en las listas de despidos.
Mecanismos de fraude y discriminación laboral que usan los empresarios para dividir a los trabajadores y obtener mejores ganancias producto de la explotación.

• Para que los “ritmos de producción” que imponen las empresas no acaben con la salud física y mental en pocos años o meses de trabajo e impulsar Comisiones de Salud de los trabajadores

Los abogados laboralistas del CeProDH nos ponemos a disposición de todo trabajador o grupo de trabajadores que quiera organizarse para elegir nuevos cuerpos de delegados que sirvan para organizar su lugar de empleo.

Para lograr la unidad de todos los sectores de una fábrica, empresa, establecimiento o dependencia estatal y tener más fuerza a la hora de hacer valer los derechos y poner un freno a la prepotencia de los empresarios, los jefes y los encargados.

Cuerpos de delegados donde la democracia de los trabajadores sea una realidad a traves de las asambleas y donde los trabajadores eventuales y contratados sean parte con sus propios representantes.

Las consecuencias de la dictadura militar y el neoliberalismo se manifiestan con total crudeza sobre el movimiento obrero. Muy poco a cambiado en los últimos años de crecimiento económico:

• La clase trabajadora es la mayoría aplastante de la población. No obstante sólo recibe un 28% de todo los bienes y servicios que se producen anualmente en el país (PBI). Antes del golpe militar de 1976 ese porcentaje era mucho mayor: un 48,5%.

• A pesar del crecimiento económico de los últimos años la desocupación sigue siendo muy alta: alrededor del 8 % según las estadísticas del INDEC.

• Desde el 2003 se crearon un poco más de 3 millones de puestos de trabajo. La mitad, un millón y medio, son puestos de trabajo en negro.

• Del total de trabajadores con empleo del país, el 36,5%, o sea más de 3 millones y medio, no están registrados (“en negro”).

Mientras la Canasta Familiar Básica está en el orden de los $ 4.000, el salario promedio es de $ 1.077.

Para evitar que las consecuencias de la crisis se descarguen sobre los trabajadores y para comenzar a revertir esta situación es necesario organizarse en cada lugar de trabajo.

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El Centro de Profesionales por los Derechos Humanos (CeProDH) es un organismo que centra su labor militante en la defensa de los trabajadores y luchadores populares y forma parte de las querellas contra los militares genocidas de la última dictadura. El CeProDH es independiente del estado, el gobierno, las empresas y las centrales sindicales.

Desde hace más de 10 años nuestros abogados laboralistas han sido asesores de diversos procesos de organización y luchas de distintos sectores de trabajadores.

Asesoramos a los obreros de Zanon y su comisión interna que enfrentaron los despidos y el cierre de la planta, llevando ya 7 años de autogestión de la misma. También al Sindicato de Obreros y Empleados Ceramistas de Neuquén (CGT) que fue recuperado de manos de los dirigentes burocráticos.

Sin distinguir entre efectivos y contratados, a lo largo y ancho del país, y particularmente en los cordones industriales del Gran Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba colaboramos con comisiones internas, delegados y grupos de trabajadores de la industria de la alimentación, metalmecánica, gráfica, textil, de empresas de transporte y servicios, rurales, del estado, entre muchos otros.

Como parte de nuestra labor hemos logrado los primeros fallos en nuestro país para reinstalar en sus puestos de trabajo a “delegados de hecho”: trabajadores y trabajadoras despedidos por haber sido elegidos por sus compañeros para representarlos sin el aval formal de los dirigentes sindicales oficiales (“Balaguer C/ Pepsico” o “Cabrera C/ Pastora”) y colaboramos en causas como “Soto y otros C/ El Resguardo” donde se logró el histórico reconocimiento como delegados gremiales de trabajadores de cooperativas de trabajo ilegales, en uno de los sectores más explotados: los obreros del campo.

Nuestro compromiso es colaborar en forma solidaria y militante con todo aquel trabajador o trabajadora que de manera individual o colectiva quiera organizarse en su lugar de trabajo para defender los derechos e intereses de sus compañeros impulsando el funcionamiento en asambleas donde los trabajadores tomen las decisiones.