Empieza el juicio a los estudiantes Martín Ogando y Sergio Salgado
Movilicémonos para lograr su absolución
Los días 4, 5 y 6 de agosto se realizará el juicio oral contra los estudiantes Martín Ogando y Sergio Salgado, dirigentes de Sociales de la UBA. Procesados por luchar junto a centenares de estudiantes de la facultad por elecciones democráticas y contra el escandaloso intento de fraude por parte de la Franja Morada en octubre del ’99, los compañeros deberán someterse a juicio, el primero a estudiantes desde la caída de la dictadura. El juez de la causa es Rimondi, llamativamente el mismo que ordenó el desalojo y represión a los trabajadores de Brukman; caratuló la causa como "falsedad ideológica por supresión, en concurso ideal con daño agravado" y no es excarcelable.
Su causa se enmarca en la de cerca de 4000 luchadores obreros y populares procesados y en particular en la de un conjunto de estudiantes perseguidos por la justicia, como los compañeros de Arquitectura y CBC, por luchar contra el arancelamiento de la universidad y por la democratización de estos verdaderos feudos en los que radicales y aliancistas hicieron negocios millonarios dirigidos por los radicales.
Los abogados del CeProDH, defensores de Martín Ogando, sostenemos que ante este ataque tenemos que conformar una comisión unitaria de abogados. Opinamos también que junto a la defensa legal que apunta a denunciar esta persecución y a plantear la justeza de las acciones que los estudiantes y los luchadores llevan a cabo contra el autoritarismo y por la plena vigencia de los derechos elementales del movimiento estudiantil, sostenemos que sólo con una enorme campaña, con una gran movilización en las puertas de los tribunales y con la unidad de todos los que se encuentran perseguidos por el estado, lograremos evitar una condena. Es por esta convicción que rechazamos la propuesta del tribunal que apunta a que los compañeros acepte su culpabilidad, es decir que su lucha es un delito, y acepten la probation, realización de tareas comunitarias para lavar las culpas.