Juicio a 8 genocidas: Jornada del 24 de septiembre
Nuevamente un genocida disfrazado de Testigo
Después de los valientes y valerosos testimonios de los compañeros víctimas Antonio Texido y Roberto Liberatore (el caso de Roberto no se juzga en este tramo), se presentaba a declarar un genocida: Raúl Axel Pastor, quien durante el golpe era integrante del Estado Mayor General del Ejército y que en 1979 ascendió a Coronel del Comando en Jefe del Ejército. Que ademas fue Intendente de la Ciudad de Neuquén y compañero de tenis del genocida Reinhold.
Después de los valientes y valerosos testimonios de los compañeros víctimas Antonio Texido y Roberto Liberatore (el caso de Roberto no se juzga en este tramo), se presentaba a declarar un genocida: Raúl Axel Pastor, quien durante el golpe era integrante del Estado Mayor General del Ejército y que en 1979 ascendió a Coronel del Comando en Jefe del Ejército. Que además fue Intendente de la Ciudad de Neuquén y compañero de tenis del genocida Reinhold.
Por ello Romina Sckumnck, abogada querellante por el CeProDH, manifestó que “previo al ingreso del testigo, esta querella solicita que el Sr. Raúl Axel Pastor sea relevado del juramento de decir verdad, pues debería ser imputado por los hechos que aquí se debaten, en tanto era el Jefe de Logística, Jefe de una de las 4 Divisiones que conformaban el Estado Mayor del Comando, al igual que los aquí imputados, Farias Barrera y Reinhold, quienes eran, respectivamente, uno Jefe de División de Personal y el otro Jefe de Inteligencia. Entonces, con igual jerarquía funcional y actuando en forma conjunta las cuatro divisiones del Estado Mayor, es que entendemos que debería ser imputado por los hechos que aquí se investigan…”
A pesar de ello el Tribunal autorizó que este genocida se sentará a declarar disfrazado de testigo. El genocida se sienta y jura decir verdad, y el publico le grita “mentiroso” cuando Pastor sostuvo no estar alcanzado por las generales de la Ley , es decir, negó ser amigo de sus camaradas de armas.
Y sentado, seguro de la impunidad de la que viene gozando, afirmó que su oficina estaba en el Comando, oh casualidad, al lado de la del hoy enjuiciado Reinhold. Sin embargo nada sabia de lo que sucedía en el genocidio…
Esta posición que sostuviéramos desde el CeProDH, se valió la adhesión de Gustavo Olivera quien es abogado querellante en representación de Francisco Ledesma. Pero también se valió la lamentable y “acérrima” (según sus propias palabras) oposición del Fiscal Balboa, demostrando que la política de restringir los juicios para negar el Genocidio es una política del conjunto del Estado y que sólo pretenden acusar a los apenas 900 militares que ya indicó la presidenta Cristina Fernández y con la fecha que ella misma indicó: antes del bicentenario.
Testigos acallados 32 años después
Todas las víctimas y testigos vienen dando cuenta la existencia de un verdadero circuito represivo que incluía al Ejército, el Servicio Penitenciario Federal, la policía federal y las policías de Neuquén y Río Negro. También describen un verdadero plan sistemático, donde los mecanismos se repetían en uno y otro caso: policías o gendarmes desde Cutral Co a Planicie Banderita detenían a compañeros y compañeras, que luego eran llevadas alternativamente tanto a la U 9 como al CCD “ La Escuelita ”, entre otros centros de tortura por las que han pasado nuestros compañeros y compañeras.
Sugestivamente, cuando estos relatos se hacían más y más palpables el Tribunal comenzó a impedir que compañeros como Pedro Maidana -cuyo caso tampoco se investiga en este Juicio-, expliquen el operativo Cutral Co , en el cual en 3 días detienen a más de 15 compañeros - algunos de los que están desaparecidos-, y describa a sus captores. Lo mismo ha sucedido con Roberto Liberatore, a quien también le impidieron que describa a uno de sus captores que se movían en el mismo auto que el grupo de tareas que secuestro a Antonio Teixido y que el mismo Liberatore lo vio el año pasado caminando impune por Cipolleti.
Desde el CeProDH seguiremos dando la pelea para que en este Juicio sigua saliendo a la luz lo que quieren ocultar y que los valientes compañeros/as que son testigos del horror vienen mostrando: que en Argentina los trabajadores y el pueblo sufrimos un Genocidio de clase por el cual se implementó un plan económico, social y cultural que aun hoy seguimos sufriendo y han aplicado todos y cada uno de los gobiernos constitucionales.
“Los únicos ganadores son los pañuelos blancos de las Madres de plaza de Mayo”
Antonio Teixido, médico de profesión, militante por elección, fue desde allí que describió la situación política que se vivía en la región en aquellos años y recordaría la Masacre de Ezeiza, frente a la cual realizará un pronunciamiento público como parte de la Juventud Peronista.
Secuestrado por las fuerzas represivas en septiembre de 1976 y trasladado a “ La Escuelita ”, habiendo pasado por las cárceles de Neuquén y de Rawson junto a varios de sus compañeros, fue elocuente al sostener que “Yo creo que decir que mi caso comienza el día de mi secuestro es falso, porque no seria entender las causas. Yo fui torturado, secuestrado, a partir de ser un militante político, desde los 18 años”.
Relató como previo a su secuestro fue con un amigo a ver al Jefe de Logística del Estado Mayor Subzona 5.2 Axel Pastor, quien jugaba al tenis con Reinhold y le sugirió que vaya a verlo al Comando a este último para aclarar su situación.
Como tantas victimas, escuchó en su lugar de detención el sonido de una maquina de escribir mientras se lo sometía a interrogatorios y que una persona lo fotografió. Describió la tortura física y psíquica a la que eran sometidos como víctimas de ese horror y como, en una muestra de cinismo sin límites, también era consultado en su calidad de médico por sus torturadores respecto a situaciones de los familiares de estos últimos.
Reconoció durante su cautiverio a muchas victimas y aportó un cuaderno donde fue haciendo anotaciones sobre fechas de importancia, como así también de otros secuestrados que llegaban a la cárcel y algunos datos de ellos.
Muy firme y logrando la emoción de todos los presentes concluyo “hace unos días escuchamos a Menéndez que hablo de guerra, que habían ganado una guerra, si es así, yo quiero saber en que combate murió Oscar Ragni, Javier Seminario, Pincheira, yo creo que los únicos ganadores son los pañuelos blancos de las Madres de plaza de Mayo…”
La colaboración entre fuerzas
Luego seguiría el importante relato de Roberto Liberatore, trabajador y militante político, detenido el 4 de septiembre del 76 en la ciudad de Cinco Saltos por la Policía de Río Negro luego de tenerlo incomunicado fueron al Batallón, pero de allí ordenaron que volvieran a la comisaría de Cipolletti, donde estuvo unas horas hasta que, como el mismo relató, “me vendaron y esposaron la misma policía, me pusieron en un auto, yo reconocí pasar la ruta, volvimos al Batallón, entramos, apareció alguien que dijo déjamelo a mi que yo me hago cargo, ahí estuve esposado y vendado, la primer noche prácticamente la pase tirado en el piso porque me usaban de felpudo, para ablandarme un poco.” Describiendo con esa claridad la actuación conjunta de las distintas fuerzas represivas.
Contó de las torturas sufridas en La Escuelita , de un fotógrafo a quien alcanzo a ver con dificultad y de quejidos de mujeres en el Centro Clandestino.
Liberatore no pudo completar el relato de su detención por los motivos que señaláramos anteriormente.
La juventud militante
Con un fuerte aplauso del público, ingreso a la sala a última víctima en prestar su testimonio en la jornada, Pedro Daniel Maidana, quien con sus 19 años eran -al igual de miles de jóvenes de aquellos años- un activo militante estudiantil y de la juventud cristiana, además de militar activamente en ayuda de los presos políticos de la época.
Fue detenido en julio de 1976, mientras cursaba sus estudios en la ENET 1 de la ciudad de Plaza Huincul -en el marco del “Operativo Cutral Co”-, trasladado junto a muchos otros a la Comisaría de Cutral Co. Entre ellos, Cancio, Seminario y Pincheira, con quienes es llevado a “ La Escuelita ”.
En forma desgarradora relató los días de su detención, como todos sufrieron duras torturas: “estuve en esa situación 21 días, esposado, vendado, las dos manos en la espalda, o adelante y a un caño de la cucheta, también atado a los pies; también en el suelo, según la guardia que estuviera a cargo de nosotros. Me castigaban para que no me quejara o no pidiera agua o una frazada. Los primeros días pude escuchar a los compañeros que cite anteriormente que eran torturados, maltratados con mucha ferocidad, porque me daba mucho miedo, esperaba que me suceda a mi también, tal es el caso de Seminario como que lo traían arrastrando y lo tiraban en la cachete y le pegaban y se quejaba de dolor, en una oportunidad le di mis palabras de aliento, de hablar con él como para mitigar su dolor y sufrimiento, y fui castigado también, en esa oportunidad creo que me envolvieron la cabeza con una frazada y me dejaron así, para que me ahogara o no me ahogara, me dejaron así. En otra oportunidad cuchicheando con los compañeros, me ataron con las manos a la espalda y los tobillos, una soga al cuello, en esa posición varias horas hasta que termino esa guardia.”
Debemos seguir acompañando a los compañeros que valientemente siguen contando sus casos, demostrando que el plan genocida existió, que quiso terminar con esta generación de jóvenes luchadores que querían cambiar la sociedad de raíz, y que “quería denigrarlos y destruirlos” en palabras de Pedro Maidana.
Ellos nos demuestran que no lo lograron.
Sigamos exigiendo Cárcel común y perpetua por genocidio para todos los represores!
Escríbanos a [email protected] o comuníquese al Tel. 4426683o al 154121308