Compañeros/as de HIJOS Escobar:
Desde el CeProDH les envíamos nuestro enérgico repudio al allanamiento que sufrieron en su local, y a la casa de María Luisa Boca (cuya madre desapareció por responsabilidad directa de Patti) y a la provocación por parte de la policía bonaerense que no sólo destrozó el local sino que colgó un cuadro de Patti dándole un beso. Nos solidarizamos y nos ponemos a disposición, de enfrentar esto. Una clara señal intimidatoria, que demuestra también que la bonaerense no sólo tiene en actividad entre sus filas a 9000 hombres que actuaron durante la dictadura sino que se perpetúan los métodos y su ideología, como lo vivimos con la desaparición de Julio López. La mano dura proclamada tanto por la oposición de derecha como De Narváez y Massa entre otros, y en esta sintonía, la designación de Alejandro Granados por parte del gobierno nacional, tienen como consecuencia el fortalecimiento de estas fuerzas que se expresa en una política más represiva no sólo contra los jóvenes de los barrios humildes, sino llegando a este gravísimo hecho que demuestra la impunidad con la que se mueven estos personajes herederos de Patti y Camps.
Exigimos el castigo a quienes realizaron este ataque y la apertura de todos los archivos de la dictadura para que vayan presos todos los que fueron parte del genocidio. Comenzando por los nombres de todos los miembros de la bonaerense, que continúan en funciones
¡Todo nuestro apoyo y solidaridad!