Represor de la ESMA
Se inició hoy el juicio a Héctor Febres
Héctor Febres, integrante del grupo de tareas de la Escuela de Mecánica de la Armada. A pesar de que sobre él pesan decenas de procesamientos, sólo será juzgado por cuatro casos de torturas. "Estamos acá para que nadie se olvide de que en la Argentina hay un testigo desaparecido y en esas mismas condiciones estamos empezando un nuevo juicio", sostuvo la abogada Myriam Bregman en relación al secuestro de Jorge Julio López hace ya trece meses.
Por la Escuela Superior de Mecánica de la Armada (ESMA) se calcula que pasaron más de 5000 detenidos- desaparecidos. En esas dependencias funcionaron dos grupos de tareas encargados del secuestro, la tortura y la muerte de militantes. También, funcionó una maternidad clandestina, donde era robados sistemáticamente los bebés de las detenidas. Aún así, a pesar de la magnitud del exterminio perpetrado en esa dependencia de la Marina, un solo represor ha sido elevado a juicio.
A cuatro años de la anulación de las leyes de impunidad, el subprefecto Héctor Febres es el único miembro de los grupos de tareas de la ESMA que será juzgado únicamente por cuatro casos de tormentos a los detenidos. "En la primera causa contra la Armada Argentina comparece un tipo de la Prefectura. Este juicio es una vergüenza", sostuvo Carlos Lordkipanidse, querellante e integrante de la Asociación de Ex Detenidos- Desaparecidos (AEDD).
"Hoy, después de 20 años de haber efectuado la denuncia, se trae a juicio a un represor perteneciente a la Prefectura. Luego de cuatro años de anuladas las leyes de Obediencia Debida y Punto Final, éste es el primero que llega a juicio por la causa ESMA acusado de cuatro casos. El quinto caso, el del dirigente Raimundo Villaflor- que fue asesinado en la tortura en la ESMA- y del que Febres, entre otros, es responsable, ha sido expresamente retirado de esta elevación para que no tenga una condena por homicidio", recalcó Carlos Lordkipanidse.
La imputación a Febres resulta, al menos, paradójica. Si bien se le atribuye ser coautor en la tortura de cuatro ex detenidos- desaparecidos no se lo implica en la detención ilegal de ellos. "Se lo acusa de haberme aplicado tormentos pero no de haberme privado ilegalmente de la libertad. O sea, yo estaba libre y aparentemente venía Febres atrás mío y me torturaba", ironizó Lordkipanidse.
Desde Justicia YA! remarcaron que llevar a un represor a juicio por sólo cuatro casos no hace más que atentar contra la percepción de la magnitud del genocidio cometido en la Argentina entre 1976 y 1983. Además, conlleva una exposición innecesaria de los testigos, volviéndolos una vez más a su condición de víctimas de sus verdugos, hoy puestos en el banquillo.
"La única explicación que encontramos a tanta parcialización de los juicios es que se está ocultando el plan de exterminio que hubo en la Argentina. Cuando uno parcializa la información, empieza a creer que estas bestias- como la que va a ser juzgada ahora- sólo cometieron cuatro casos de torturas", dejó en claro Myriam Bregman, abogada de la querella unificada de Justicia YA!.
"En la causa ESMA hay 300 represores identificados con nombre y apellido. Si los seguimos llevando a juicio a uno por año, ¿cuándo vamos a terminar con ésto?", preguntó Lordkipanidse, reforzando la necesidad de que los jucios sean por campo de concentración y no, por represor.
Otro juicio, la misma ausencia
Pasaron trece meses de la desaparición de Jorge Julio López. En el medio, la condena a reclusión perpetua para Miguel Osvaldo Etchecolatz y la misma sentencia, hace unos pocos días, para el ex capellán Christian Federico Von Wernich. Ahora, un nuevo juicio. Y López, testigo clave en el juicio contra el ex comisario, desaparecido.
Myriam Bregman recalcó que las medidas para la protección de quienes testimonian contra los genocidas son nulas. "La única condición de seguridad son esas vallas. Lo único que les importa es que no haya movilización, escrache, repudio hacia estos represores. Después, los testigos- como lo demuestra la situación de Jorge Julio López- es la misma. Pasamos dos juicios orales en la Plata, ahora estamos sometidos a éste y lo único que controlan es la manifestación".
En los últimos días, se dio a conocer la denuncia de un testigo reservado que manifestó haber visto cómo tiraban a fines de septiembre del año pasado a un basural de Bahía Blanca un bulto que podría ser un cuerpo. Como trascendió, recién ahora los responsables de la investigación están diseñando cómo llevarán a cabo la inspección para determinar si esto tiene alguna conexión con el secuestro de López. "Lo que hay es uno de esos anuncios que aparecen cuando se cumple un aniversario. Nosotros siempre estamos expectantes de que aparezca una información que pueda ser positiva pero no podemos confiarnos en eso porque hace un año que venimos sufriendo lo mismo", afirmó Bregman.
La convocatoria, como todos los 18, fue la misma: "Estamos acá para que nadie se olvide de que en la Argentina hay un testigo desaparecido y en esas mismas condiciones estamos empezando un nuevo juicio".
¿Quién es Febres?
El prefecto Héctor Febres actuó desde principios de 1977 hasta diciembre de 1981 como enlace de la Prefectura Naval Argentina con la Armada, dejando en evidencia los lazos más que "fraternales" que unían a estas fuerzas. Fue parte del elenco represivo permanente de la Escuela de Mecánica. O, como lo definió el sobreviviente Carlos García, un "torturador estable".
En declaraciones ante la Justicia los sobrevivientes de ese campo de concentración, Rosario Quiroga y Enrique Fukman precisaron, también, que Febres se desempeñó dentro del área de inteligencia del grupo de tareas.
"Febres tenía dos apodos. Por un lado, le decían "Gordo Daniel". Por otro, el "Gordo Selva" porque era todos los animales juntos", relató Carlos Lordkipanidse (AEDD). Los represores que funcionaron en la Escuela de Mecánica usaban nombres de guerra de animales. Alfredo Astíz era el "Cuervo"; Jorge Acosta era el "Tigre"; Rubén Chamorro era el "Delfín" y Febres era "Selva". Lordkipanidse reconoció: "Era una descripción perfecta porque era una bestia desatada".
Asimismo el querellante agregó: "Febres era el responsable del sector 4, donde estaban todos los cuartos de interrogatorios". Aunque la participación del prefecto en el plan criminal no concluía en eso. También, era el encargado de la "Sardá de Chamorro", la maternidad clandestina que funcionaba en la ESMA y adonde eran trasladadas detenidas de otros campos de concentración a dar a luz. Como declaró hace tiempo Sara solarz de Osatinsky, el "Gordo Selva" era quien retiraba a los chicos de la ESMA, a quienes les traía ajuares de lujo. Por ende, no queda duda de que Febres - tal como lo sostuvo la ex detenida- sabe dónde están los hijos robados a los desaparecidos.
Aún así, Febres llegó a juicio y no lo hizo por su responsabilidad en la sustracción de menores. Será enjuiciado por cuatro casos de tormentos contra Carlos Gregorio Lordkipanidse, Alfredo Margari, Carlos García y Josefa Prada de Oliveri.
Febres no sólo fue elevado a juicio en condiciones muy beneficiosas para él sino que también sigue gozando de privilegios. Como informó la abogada Myriam Bregman: "Está detenido en la Prefectura. O sea, está detenido con sus compañeros de armas".