Apenas iniciado el conflicto (previo a la sentencia de lock out ofensivo) los abogados de Zanón requirieron a la justicia civil que corte el gas por el supuesto peligro que podía significar ya que en la planta estaban solo los trabajadores. El gas fue cortado y la causa dejada en suspenso cuando Rivero de Taiana decretó el lock out ofensivo.
Ante la decisión de los trabajadores de reconectar el gas, la empresa volvió a la justicia civil para que lo corte nuevamente. Pero el 1° de Marzo, la jueza Baggio, se rechazó el pedido de Zanón, aclarando que todos los pedidos que hace Zanón a la justicia son contradictorios entre sí (o sea, maniobras).
Dijo la jueza "en la acción de amparo mentada se declaró la existencia del lock out ofensivo y se dispusieron una serie de medidas tendientes a la sanción de la conducta ilícita y al restablecimiento de los derechos laborales... de allí que entre la sentencia y la medida dispuesta en el presente (corte del gas) existe una contradicción, puesto que de mantenerse el corte de suministro de gas se impide la reactivación de la fábrica, tornándose abstracto lo resuelto en sede laboral"
Y contestó en forma terminante a los argumentos de los directivos de Zanón: "no resulta válido a nuestro entender, el argumento patronal de la falta de idoneidad del personal y los supuestos peligros que de allí se derivan. No solo se trata de argumentos falaces -quien más idóneo que los obreros que todos los días de su vida trabajan en los hornos- sino que, como dice la sentencia arriba mencionada, ’no se ha demostrado peligro en los bienes físicos de la empresa... la fábrica resulta vigilada, cuidada y protegida por los trabajadores...’".
Y pone fin a la causa.

10/3/02