UNA MULTINACIONAL NEGRERA Y DISCRIMINADORA
En enero del año pasado, en la fábrica de snacks PepsiCo un grupo de trabajadoras con contratos “eventuales” se rebelaron ante los despidos masivos dispuestos por la patronal. Instalaron una carpa de resistencia frente a la planta (ubicada en Florida, Pdo. de Vicente López) recibiendo el apoyo de vecinos, asambleas barriales, la parroquia del barrio, trabajadores y comisiones internas de otras empresas, organizaciones de derechos humanos y concejales municipales, con una importante cobertura de medios gráficos y audiovisuales. Así, la población pudo enterarse no solo del fraude laboral realizado por esta empresa al tomar trabajadores supuestamente para una actividad concreta y que después del "evento" siguen trabajando sin reconocerlos como personal efectivo, sino también sobre las terribles condiciones de trabajo a que están sometidas.
La respuesta inmediata de esta patronal negrera yanqui fue la intimidación al personal de planta para que no se acercaran a sus compañeras, "marcando" a quienes participaban en las asambleas obreras y reforzando la "seguridad" con personal con armas largas dentro de la fábrica y en sus alrededores, llegando a realizar lock out. (1)
Un mes y medio después suspende por tiempo indeterminado a Leonardo Norniella, uno de los delegados que apoyó el conflicto, por quién se organizaron marchas y adhesiones por su reincorporación finalmente lograda. En el mes de julio, a modo de venganza y junto a la esposa de otro delegado es despedida Catalina Balaguer, compañera de Leonardo, conocida en la empresa por su permanente solidaridad con sus compañeras ante las injusticias sufridas (la mayoría del personal es femenino) y que se solidarizó activamente con las trabajadoras contratadas desde el primer momento y luego por la reincorporación de su esposo.
El CeProDH patrocina a Cati en su demanda contra PepsiCo por discriminación y práctica antisindical en la cual se pide la reincorporación de la compañera, como anteriormente lo había hecho junto a la Dra. Raquel Coronel por la reinstalación de Norniella, con fallo a favor en ambas instancias.
El acceso a un juicio sumarísimo de reinstalación previsto en la ley de asociaciones sindicales es un importante precedente, ya que la justicia laboral normalmente solo lo acepta para quienes tienen fuero sindical, negándoselo a los activistas, lo cual origina el abuso permanente de la patronal, especialmente contra aquellos que se oponen a la burocracia sindical. Siendo desestimada la demanda por el juzgado 45 (María Inés Azaro) sin dar traslado a la otra parte y sin que se abra a prueba, se recusó a la jueza resolviendo la sala VI que hubo prejuzgamiento "tratándose de una cuestión (que un activista, delegado de hecho, acceda a este tipo de juicio) que ha motivado gran debate en doctrina y jurisprudencia, así como interpretaciones dispares de la normativa aplicable..", por lo cual fue apartada del caso, entendiendo ahora el juzgado 46 a cargo del Dr. Enrique Arias Gibert.
En su contestación ante los tribunales al igual que en el INADI donde también fue realizada la denuncia, la empresa PepsiCo ha utilizado argumentos que eximirían de toda prueba, demostrando su actitud discriminadora, escandalizándose y negando que los tratados y convenciones de derechos humanos puedan proteger a los trabajadores, quienes solo podrían invocar la legislación laboral , que ,dicho sea de paso, la violan permanentemente.
Durante la semana pasada, en que comenzaron las audiencias, la mayoría de los testigos confirmaron lo denunciado, las intimidaciones al personal, la práctica antisindical y la persecución a Cati por ser delegada de hecho al reclamar por sus compañeras y ser esposa de un delegado gremial combativo.
Esta principista actitud de trabajadores y ex trabajadores compañeros de Cati, quienes no avalaron el pretendido respeto a la ley y la libertad sindical que dice tener la multinacional, provocó el nerviosismo y las chicanas de sus abogados (Estudio De Diego y Asociados) para que no se declare en su contra, tratando de amedrentar a los testigos.
Las audiencias continuarán luego de la feria judicial. Numerosas personalidades y organismos de DD.HH, como así también senadores y diputados nacionales (como Elisa Carrió, Marcela Bordenave, Mario Cafiero, Alberto Piccinini) y provinciales, legisladores, concejales, abogados laboralistas, dirigentes gremiales y personalidades de los derechos humanos (Hebe de Bonafini, Vicente Zito Lema, Ricardo Monner Sans, Recalde) se han pronunciado a favor de Cati y en repudio a Pepsico.
¿Será este un juicio que siente un precedente histórico a favor de los derechos de los obreros o uno más en la larga lista de fallos favorables e impunidad a las grandes multinacionales? Llamamos a todos a comprometerse con esta causa, que es la decenas de activistas y delegados perseguidos en las fábricas.
(1)la patronal paralizó la producción, impidió la entrada de los trabajadores ala fábrica con la excusa de que en la puerta se encontraban acampando los despedidos y podría ser peligroso.