COMIENZA EL JUICIO ORAL AL EX CAPELLAN DE LA POLICIA BONAERENSE CHRISTIAN VON WERNICH
Un genocida con sotana
Von Wernich, confesor del ex jefe de la Policía Bonaerense, Ramón Camps, está detenido desde septiembre de 2003, y hace poco más de un mes fue trasladado al penal de Marcos Paz. Fue visto en los centros clandestinos de detención que funcionaron en la comisaría 5ta. de La Plata, la Brigada de Investigaciones de La Plata, “Puesto Vasco” (Bernal), el denominado COTI de Martínez y la Brigada de Investigaciones de Quilmes
La fecha de inicio está planeada para los primeros días de julio. Está acusado por su participación en el llamado “circuito Camps” de centros clandestinos de detención, torturas y eliminación de personas desplegado desde las estructuras estatales durante la dictadura militar. El juicio es por 42 casos de privaciones ilegales de la libertad, 31 de torturas y también está acusado por 7 homicidios calificados. Entre esos casos, algunos muy renombrados, como el de Jacobo Timerman, Osvaldo Papaleo, integrantes del grupo Graiver, etc. También de muchos compañeros que pasaron por sus manos, como Carlos Zaidman, Luis Velasco y otros, que darán testimonio de su brutal actuación.
El Tribunal Oral Federal 2, en el que había recaído la causa, se declaró incompetente, dado que consideró que hay una conexión entre esta causa y la del represor Etchecolatz, por lo que pasó al Tribunal Oral 1, integrado por los jueces Carlos Rozanski, Horacio Isaurralde y Norberto Lorenzo, quienes aceptaron la competencia y ahora están siendo recusados por la defensa de Von Wernich.
Un nuevo juicio, López desaparecido
Este nuevo juicio oral nos encuentra en una situación de suma gravedad. Este 18 de junio se cumplen 9 meses de que el querellante y testigo contra el genocida Etchecolatz, Julio López, se encuentra desaparecido. La impunidad reinante en la causa en la que se investiga su desaparición es un mensaje político que el gobierno da a estos grupos fascistas: en Argentina se puede secuestrar a un compañero y no pasa nada. Es por eso que siguen actuando y, nuevamente en la ciudad de La Plata, una ex detenida desaparecida fue secuestrada -y posteriormente liberada- en un operativo que lleva claramente el sello parapolicial.
Un cura al banquillo
Ningún periodista ha relacionado las llamativas declaraciones del cardenal Bergoglio de estos días, instando a “perdonar el pasado”, con el comienzo de este juicio. Si bien el que es traído a juicio es un cura que a su vez era funcionario policial por su calidad de capellán de la policía bonaerense, es evidente que saldrá a la luz el rol cómplice que tuvo la jerarquía eclesiástica con la dictadura. El colectivo de organismos con el cual participa el Ce.Pro.DH en este proceso, aportará pruebas en ese sentido1. Es necesario destacar, además, que nuevamente nos opusimos a que se desarrolle todo este proceso -con la cantidad de pruebas, testigos, tiempo que implica- por un solo represor. Exigimos que sea elevado a juicio conjuntamente con todo el centro clandestino “Puesto Vasco”, lo cual era posible de hacerse, pero otra vez se optó por este criterio de juzgar a un genocida, por unos pocos casos. Opinamos que este es un aporte más a la impunidad.
Es otro genocida
Sabemos que desde el gobierno se está operando fuertemente para que la acusación por genocidio que realizamos contra Echecolatz no se repita, para que no haya más sentencias que marquen lo que pasó en el país.
Desde el Ce.Pro.DH insistimos: queremos que a Von Wernich se lo condene por genocidio, pues fue parte de ese plan sistemático; el ex capellán policial tenía la función, en el engranaje del aparato represivo, de acercarse a los secuestrados utilizando su calidad de sacerdote con miras a sacarles información, conducta que constituye el delito de torturas en su aspecto de tortura psicológica, además de haber participado de los homicidios y privaciones de la libertad