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Muerte de Lucas y desaparición de Lautaro: detuvieron al comisario Centurión de la Bonaerense
17 de julio de 2023, por Maldita policía — Política, Zona Sur del Gran Buenos Aires, Libertades Democráticas, Provincia de Buenos Aires, Sergio Berni, Quilmes, Policía Bonaerense, Florencio Varela, Desaparición forzada, Berazategui, Política, Zona Sur del Gran Buenos Aires, Libertades Democráticas, Provincia de Buenos Aires, Sergio Berni, Quilmes, Policía Bonaerense, Florencio Varela, Desaparición forzada, BerazateguiEl exjefe de la Delegación Drogas Ilícitas de Quilmes fue detenido en su quinta de Florencio Varela. Lo acusan de “sustracción de caudales públicos” con “privación ilegal de la libertad agravada”. Ya estaban detenidos su hijo, su sobrino y otro comisario. Recién hoy Berni ordenó que a Centurión, que quiso evitar su detención a los tiros, lo corran de la fuerza. El cuerpo de Lautaro Morello apareció el 15 de diciembre. Lucas Escalante sigue desaparecido.
El comisario mayor de la Policía Bonaerense Francisco Centurión, exjefe de la Delegación Drogas Ilícitas de Quilmes, fue detenido este lunes en el marco de la causa en la que se investiga el crimen del joven Lautaro Morello (18 años) y la desaparición de su amigo Lucas Escalante (26), ocurridos en diciembre del año pasado en esa localidad del sur del Gran Buenos Aires.
La detención de Centurión se produjo tras un procedimiento realizado por la División Homicidios de la Policía Federal, a pedido del fiscal Daniel Ichazo, quien está a cargo de la investigación.
Apenas apresado, el jerarca policial fue trasladado al Hospital Maternal Mi Pueblo de Florencio Varela, con una herida de bala en un tobillo. Según se informó, al momento de ser notificado de su detención se resistió a tiros. Centurión es padre de Cristian Centurión y tío de Maximiliano Centurión, quienes ya están detenidos en la causa por sospecharse que fueron los asesinos.
El comisario mayor estaba en su casaquinta ubicada en la calle 1538 al 600 de la localidad de La Capilla (Florencio Varela). Allí mismo, en uno de los varios allanamientos que se hicieron en estos meses, se hallaron rastros de sangre y prendas quemadas.
Tras pasar por el hospital, Centurión será trasladado a la Alcaldía de la Federal del barrio porteño de Palermo. Allí esperará ser trasladado a la sede judicial de Berazategui, donde será indagado por el fiscal Ichazo. Al policía lo acusan de “sustracción de caudales públicos en concurso real con privación ilegal de la libertad agravada por haber durado más de un mes y por ser cometida con violencia”.
Recién este lunes, tras difundirse la noticia de su detención, el Ministerio de Seguridad bonaerense comandado por Sergio Berni decidió desplazar a Centurión de la fuerza (a través de la oficina de Asuntos Internos). Pero estaba sospechado desde el principio del caso. Así, dispuso de más de siete meses para borrar eventuales pruebas, adulterar evidencias e incluso apretar testigos.
Además de Centurión, su hijo y su sobrino, está detenido por encubrimiento el comisario Sergio Argañaraz, exjefe de la seccional de Bosques de la Bonaerense. Según el expediente, este jefe policial se negó el 10 de diciembre de 2022 a recibirle la denuncia por “averiguación de paradero” a la madre de Lucas. A su vez, por “falso testimonio” ya había sido detenido el policía Ramiro Forchinito, que realizaba tareas en un área integrada con Interpol, pero en abril fue liberado bajo “caución juratoria”. De todos modos sigue vinculado a la causa y no puede acercarse a las familias de las víctimas ni salir de la ciudad.
A Lucas se lo vio por última vez el viernes 9 de diciembre en Bosques (partido de Florencio Varela), cuando pasó a buscar a Lautaro para salir a festejar el triunfo de la Selección Argentina en la semifinal del Mundial de Qatar. Iban a bordo de un BMW que, al día siguiente, apareció incendiado.
Seis días después el cuerpo de Lautaro Morello fue hallado a la vera de la autopista en construcción Buen Ayre en Guernica (partido de Presidente Perón). Estaba boca abajo, “semicalcinado y en avanzado estado de descomposición”. Según la autopsia, murió por “asfixia mecánica”.
El último lugar en el que está acreditado que estuvieron Lucas y Lautaro es la casaquinta de Centurión. Allí hubo un allanamiento en mayo donde se levantaron rastros de sangre y restos de elementos quemados que, luego se supo, no arrojaron resultados positivos.
El hijo y el sobrino de Centurión fueron detenidos luego de que a través de cámaras de seguridad y antenas de celulares se detectara su presencia cerca de las 0:30 del 10 de diciembre, cargando nafta en un bidón blanco. Se sospecha que ese bidón pudo usarse para prender fuego el auto de Lucas y el cadáver de Lautaro.
Comisario mayor Francisco Centurión
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Kicillof y Berni pisan la memoria con patrulleros en ex Centros Clandestinos de La Matanza
17 de julio de 2023, por Grave — Política, Libertades Democráticas, Provincia de Buenos Aires, Sergio Berni, La Matanza, Axel Kicillof , Columnistas Vertical , Fernando Espinoza, Policía Bonaerense, Política, Libertades Democráticas, Provincia de Buenos Aires, Sergio Berni, La Matanza, Axel Kicillof , Columnistas Vertical , Fernando Espinoza, Policía BonaerenseEntre risas de campaña, el gobernador y su ministro excarapintada compartieron con el intendente Espinoza la entrega de 90 patrulleros de la Bonaerense, que sigue matando y torturando a pibes como Luciano Arruga. Fue en el predio donde funcionaron los chupaderos Puente 12 y El Banco, pruebas vigentes en juicios de lesa humanidad. Donde había un crematorio clandestino ahora Berni estaciona las patrullas de la UTOI.
Hace pocos días el periodista Carlos Rodríguez publicó un extenso artículo en el portal La Retaguardia titulado “Las botas policiales pisan la memoria en Puente 12 y El Banco”. Se refería a la realización, el viernes 7 de este mes, de un acto con obvio contenido electoral encabezado por el gobernador bonaerense Axel Kicillof, su ministro de Seguridad Sergio Berni y el intendente de La Matanza, Fernando Espinoza, en el predio en el que funcionaron dos Centros Clandestinos de Detención y muerte durante la dictadura cívico-militar-ecleciástica: Puente 12 y El Banco.
Claramente no se trató de un acto en conmemoración de algún hecho alusivo al genocidio. Mucho menos de algún homenaje a nuestras y nuestros 30.000 detenides desaparecides. Todo lo contrario. Se trató de la entrega de casi cien patrulleros para uso de la Policía Bonaerense, la fuerza que hasta el día de hoy es más reconocida por el gatillo fácil, las torturas, las desapariciones forzadas de personas y la participación en el gran delito que por alguna honorable causa.
Es la misma Policía que, por ejemplo, en 2009 hizo desaparecer a Luciano Arruga porque se negó a robar para ella y que, en la misma Lomas del Mirador, hace tres meses asesinó a Mauricio Castillo dentro de una comisaría y (como en tantos otros casos) quiso hacer pasar el hecho como un “suicidio”.
El la misma Policía y es el mismo Berni que cuatro días antes del evento con Kicillof y Espinoza eran repudiados por la familia de Lucas Verón, el pibe asesinado en 2020 por el gatillo fácil en medio de la cuarentena represiva dictada por el Frente de Todos. Así lo hacían en esos días en una entrevista con La izquierda Diario .
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Rodríguez cuenta que “el acto oficial se realizó en el hoy llamado Centro de Coordinación Estratégico de la Policía Bonaerense”, donde incluso se están realizando obras de remodelación para “el edificio de la Unidad Táctica de Operaciones Inmediatas (UTOI) y la sala de monitoreo de la Fuerza Barrial de Aproximación”. En palabras de Kicillof, “un centro de primer nivel” para que la Bonaerense haga de las suyas mucho más cómoda.
Además de los 90 patrulleros (comprados en común por el Municipio y la Gobernación) se anunció la incorporación de 2.500 efectivos más al llamado Plan Integral de Protección Ciudadana que incluye dos mil cámaras de seguridad, quince mil alarmas vecinales, setenta tótems de emergencia, un anillo digital con lectoras de patentes, cámaras de reconocimiento facial y la incorporación de 1.850 agentes más a la UTOI.
El informe periodístico afirma que “el despliegue de tropas y móviles se hizo sobre un predio que debe ser ‘sitio de memoria' y fue modificado brutalmente, cuando es prueba fundamental en dos juicios por crímenes de lesa humanidad”. De hecho, Kicillof y Berni decidieron modificar ese predio “sin cumplir la orden de no innovar del juez Daniel Rafecas”, según el testimonio de Alejandra Cravello, referente de la Comisión Vesubio y Puente 12, relevado en esa nota.
Rafecas, a cargo del juicio oral Puente 12 III, lleva más de diez años ordenando a las autoridades bonaerenses “no innovar”. La última advertencia fue a fines de junio, cuando solicitó que no se produzcan más modificaciones en el predio ubicado en Camino de Cintura y Autopista Ricchieri, ya que se trata de un lugar que reviste un interés fundamental en ese proceso judicial y en otros donde también se investigan delitos de lesa humanidad. En el juicio Puente 12 III “se han colectado importantes elementos probatorios sobre el funcionamiento” de ese centro clandestino, según lo firmado por el propio juez federal.
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Alejandra Cravello es hija de Ricardo Cravello, una de las víctimas que pasaron por allí. En diálogo con Rodríguez dice que ahora “los patrulleros policiales estarán estacionados ‘sobre las capachas' donde eran cremadas en forma clandestina las víctimas del Terrorismo de Estado que pasaron por los dos centros clandestinos de detención, tortura y exterminio”. Y agrega que “en la orden de ‘no innovar', repetida hasta el cansancio desde 2010 por el juez Rafecas sin eco en las autoridades, se señaló la particular importancia de esas ‘capachas'”.
Por caso, el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) lleva adelante tareas de identificación de restos óseos hallados en ese lugar. Pero además se estima que pueden haber más huesos (y hasta pertenencias de les desaparecides) en partes del predio que aún no fueron peritadas y que, decididamente, el Gobierno de Kicillof tapó con hormigón para construir un bunker de la UTOI. Todo, claro, con el auspicio del Municipio de La Matanza, gobernado por un amante de la represión policial.
“Se hicieron movimientos de suelos, excavaciones y no se dio intervención al EAAF. ¿Y si ahí hubo restos? No se informó a nadie, parecen las topadoras de diciembre de 1983 excavando en los cementerios, es el mismo nivel de salvajismo”, dijo Cravello a La Retaguardia.
Curiosamente (o no tanto), pocos días antes del acto en el que Kicillof, Berni y compañía atropellaron la memoria con sus patrulleros, el propio Gobierno a través de su Subsecretaría de Derechos Humanos colocó en la entrada del predio carteles de señalización que indican que allí se secuestró, torturó, asesinó e hizo desaparecer a, por lo menos, 115 personas. El doble discurso a flor de piel.
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Las obras en los ex CCD Puente 12 y El Banco llevan ya mucho tiempo. Pero el reciente acto de entrega de patrulleros a la Bonaerense colmó el vaso de la indignación, al punto de que una semana después, organizaciones que hoy participan de la misma campaña electoral por Kicillof (y Berni) repudiaron el evento. Fue luego de que Rodríguez lo denunciara en La Retaguardia.
El jueves 13 la Mesa Memoria La Matanza y Comisión Vesubio y Puente 12 emitieron un comunicado en el que califican la actividad oficial en beneficio de la Policía Bonaerense como “irrespetuosa” y merecedora del “más enérgico repudio; un repudio que viene del dolor por nuestros compañeros y compañeras asesinados en ese lugar”. Allí recuerdan que llevan años “solicitado diversas medidas de preservación del sitio” en el que “tiraban a nuestros compañeros y compañeras y los quemaban”, un verdadero “crematorio clandestino para deshacerse de los cuerpos”.
“Hasta el día de la fecha ninguna resolución se ha cumplimentado, ni las medidas de no innovar, ni la desafectación del predio”, denuncia el comunicado que tiene la adhesión de organizaciones como APDH La Matanza, CTA Autónoma, CTA de los Trabajadores, la conducción de Suteba de Roberto Baradel, el Partido Comunista y el Movimiento Villero Alberto Ballestrini, entre otras. Parte de esas organizaciones, lejos de ser opositoras, son kicillofistas de la primera hora.
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Los firmantes del comunicado le exigen a las autoridades, “en primer lugar, una explicación y una disculpa pública”. No estaría de más que Kicillof y Berni digan algo. Pero lo hecho hasta ahora por el gobierno del Frente de Todos (hoy Unión por la Patria) en los ex CCD Puente 12 y El Banco va en dirección opuesta a algún tipo de política comprometida con la verdad y la justicia. Las meras explicaciones y hasta una eventual “disculpa” no pasarían del típico palabrerío “progre” que recubre las acciones reaccionarias.
La sola permanencia de Berni al frente del Ministerio de Seguridad desde diciembre de 2019 debería ser suficiente ilustración. Bancado incondicionalmente por Kicillof, el excarapintada y autodefinido “derechista” encarna sin maquillajes la política real de “derechos humanos” del peronismo gestionando la provincia de Buenos Aires. Más allá de las palabras, lo que abunda es el empoderamiento de las fuerzas represivas y la deliberada acción de encubrimiento ante casos flagrantes de gatillo fácil, torturas en comisarías y cárceles y hasta desapariciones forzadas de personas cometidas por efectivos de la tristemente célebre “maldita policía”.
Axel Kicillof junto a Fernando Espinoza y Sergio Berni | Foto Gobierno de La Matanza